No lleva mucho tiempo en política, pero ya son varias las intervenciones en el Congreso de los Diputados por las que se le recuerda. Que se lo pregunten a los representantes de ERC, que todavía recodarán bien como Guillermo Díaz les explicó con argumentos que la Cruz de San Andrés no es un símbolo para honrar al fascismo ni tampoco tiene una carga histórica negra como para que tenga que ser borrada del imaginario colectivo. También, aquel homenaje a Chiquito de la Calzada, en el que tiró del vocabulario del humorista malagueño fallecido para aderezar su intervención en una comisión de Cultura. Ahora, el diputado malagueño de Ciudadanos ha sido nominado para optar a diputado revelación del Congreso de los Diputados. Una distinción que otorga la Asociación de Periodistas Parlamentarios, que agrupa a los profesionales que cubren la actividad parlamentaria en el Congreso. Hasta el momento, no ha habido ningún malagueño que se ha podido hacer con esta distinción. En esta ocasión, Díaz también es el único que de nuestros representantes que opta a uno de estos reconocimientos, que se dividenen varias categorías.

Entre los otros nominados, de los que saldrá el ganador definitivo, que se dará a conocer en la tradicional cena de navidad de esta asociación, están Teodoro García Egea del PP, Marta Sorli de Compromís e Ione Belarra de Unidos Podemos. En declaraciones a este periódico, Díaz ha mostrado su satisfacción por este reconocimiento y ha admitido que le motiva para seguir trabajando en la misma línea. "Le hecho mucho tiempo a preparar mis intervenciones y trato de ser muy minucioso a la hora de contrastar los datos que aporto", asegura.

Díaz forma parte del Congreso desde la presente legislatura, que arrancó con Mariano Rajoy como presidente, y que ahora tiene al frente al socialista Pedro Sánchez. También ocupa la secretaría de comunicación de Ciudadanos en Andalucía. Aunque reconoce que le apasiona la política, este malagueño, que antes dirigía el Cine Albéniz, huye de la figura del político profesional y subraya la importancia de tener una vida laboral en la calla a la que volver. Por lo pronto, ya ha conseguido que el mítico "jarl" de Chiquito se haya colado para siempre en las actas del Congreso.