El duelo es un proceso psicológico que se manifiesta cuando se pierde a un ser querido y se convierte en uno de los mayores retos al que se enfrenta el ser humano en su vida, pero hacerlo sin ayuda es difícil, y por ello la Asociación Alhelí se presenta como una mano amiga para poder superarlo.

En el momento en el que una persona se despide de un ser querido comienza una transición llena de desconcierto y con una multiplicidad de sentimientos que no sabe cómo asumir; y de esa necesidad de auxilio nace esta asociación malagueña que facilita gratuitamente la adaptación de la persona a "un nuevo mundo".

El duelo atraviesa distintas fases que incluye aceptar la pérdida, y superar el dolor hasta llegar al momento de la aceptación para conseguir una ubicación emocional, para lo cual la Asociación Alhelí dota de unas herramientas adaptadas a cada persona y su situación particular, según ha explicado a Efe Yolanda Verdugo, fundadora de la iniciativa.

Un equipo de profesionales formado por psicólogas y trabajadores sociales se encarga desde hace tres años de ayudar a las personas a través de distintas terapias grupales e individuales con el objetivo principal de evitar que desarrolle el llamado "duelo patológico".

Según Yolanda Verdugo, esto ocurre cuando no se naturaliza la muerte de un ser querido y la persona "se engancha" durante muchos años al mismo duelo porque se intensifica al nivel en que se desarrollan conductas como la falta de interés por su entorno o el impedimento de amar a otros.

El duelo patológico se presenta principalmente en padres que han perdido a sus hijos, porque paralizan sus vidas en el día del fallecimiento y "no avanzan" y simplemente "viven porque tienen que hacerlo".

En estos casos, la Asociación Alhelí practica terapias individuales con las psicólogas y terapias grupales con un máximo de dos familiares, este último método -según ha apuntado Verdugo- dan mejor acompañamiento porque el resto de participantes entienden mejor el dolor por el que atraviesan.

Los profesionales de esta asociación también ayudan a los menores a superar el duelo, caso de niños que han perdido a sus padres en un accidente, hermanos o abuelos, y desconocen cómo gestionar ese dolor y se refugian en ambientes de conflicto y adicciones.

Además de las terapias, también se realizan distintas actividades con un carácter más lúdico como cenas o almuerzos para que los asistentes se relacionen entre ellos y puedan olvidar durante un tiempo el momento que atraviesan, un problema del que "nadie habla", ha apuntado Verdugo.

En estos casos, los métodos son totalmente distintos a los utilizados con los adultos.

Cada jueves por la tarde se reúnen en el edificio de La Tabacalera, en Málaga capital, para realizar las terapias grupales, que son las más demandadas, ha apuntado la fundadora.

Por otro lado, la fundadora y presidenta de la asociación ha asegurado que la muerte es un tema tabú porque "la gente huye del dolor" debido a la incapacidad de gestionarlo adecuadamente, lo que desemboca en un mayor sentimiento de soledad.

Verdugo ha explicado que por los estigmas de hablar sobre la muerte, las ayudas que reciben son mínimas y cada vez son más quienes acuden a pedir ayuda, y ha subrayado que la Junta de Andalucía les ha denegado cualquier tipo de convenio o apoyo que han pedido.