Este mes de diciembre, los fogones de El Pimpi trabajan a todo gas debido al incremento de público gracias a las cenas y comidas de Navidad. La bodega El Pimpi ofrece a sus comensales una amplia variedad de platos elaborados en diferentes menús, especialmente confeccionados para estas fiestas. El aspecto gastronómico es importante es estos menús que conjugan con maestría la calidad de la materia prima, las técnicas culinarias y la presentación final a los clientes.

Las carnes son las más demandadas, y la carrillada ibérica sigue siendo el plato estrella. Pero esta Navidad, se apuesta por los pescados “para dar más caché” a estas celebraciones tan entrañables, según ha explicado el jefe de Cocina de El Pimpi, Andrés Romero.

Son menús personalizados, los cuales se pueden solicitar llamando a la bodega o solicitándolo a través del correo de reservas@elpimpi.com. Además, para los más indecisos, existen varios menús tipos colgados en su web.

Algo que confiere un plus de garantía de calidad a estos menús es que El Pimpi apuesta por productos de kilómetro cero: las verduras provienen la de huerta El Paraíso, ubicada en Coín, y de la que se abastece la bodega durante todo el año. Pero también el cerdo proviene de una finca de Faraján que cría cerdos exclusivamente para El Pimpi y los alimenta con bellotas y castañas.

Y mención aparte merecen las bebidas. Los vinos D.O. Málaga y Sierras de Málaga maridan a la perfección con las elaboraciones que Andrés Romero realiza junto a todo su equipo. Vinos que se funden en algunos de esos platos como la carrillada ibérica con salsa de vino de Málaga e higos, también de Málaga, aportando ese dulzor característico.

Los pescados conforman una parte importante de los menús de Navidad de El Pimpi, destacando especialmente la novedad de la corvina con bernesa y verdura, procedente esta última de la huerta El Paraíso. Un pescado que lleva también una pasta a base de langostinos y que se le añade a la salsa bernesa. La oferta de pescados se completa con una Lubina en salsa verde, para los más tradicionales y un Salmón con pesto de cilantro y pistachos.

Y el broche de oro en cualquier almuerzo o cena lo ponen los postres. El jefe de cocina de El Pimpi señala que “por demanda popular nos hemos visto obligados” a volver a incluir el Lingote de Turrón, que es “una tarta de mousse de turrón junto con chocolate” que hace las delicias de todos los comensales.

Además, El Pimpi ofrece espacios reservados para ganar en intimidad en las reuniones con amigos y familiares. Así, están el Salón Paco de la Torre, con capacidad para 12 comensales; el Antonio Banderas, para 22 personas; o la Sala Blanca de La Sole, para un máximo de 18 comensales. Aparte, para celebraciones con un mayor número de asistentes, El Pimpi cuenta con la Sala Cofradía y Sala Palomar de Picasso, para 40 y 100 comensales, respectivamente.