El auditorio de Málaga: la casa de todas las músicas fue el título de la conferencia que ayer pronunciaron los arquitectos del proyecto Agustín Benedicto y Federico Soriano, quienes volvieron a defender, al igual que el alcalde, Francisco de la Torre, este espacio cultural «imprescindible» tal cual fue concebido y «más que nunca necesario» para «completar esa Málaga capaz de atraer y retener talento» y «jugar un papel más fuerte y potente» en Andalucía y España.

Durante el turno de preguntas fueron cuestionados por las discrepancias de las administraciones en relación con el proyecto, ya que consideran algunas instituciones, como el Ejecutivo andaluz, que se debería repensar acorde a las actuales necesidades, algo que Soriano respondió afirmando que «quienes son de otra época ahora es la Junta», por lo que «vamos a esperar a ver si los que son de la nueva época dicen que -proyecto-es de la nueva época». «Lo que sé es que está adecuado a las condiciones que se necesitan y que, además, están estudiadas desde esas condiciones profesionales y no de opinión». Por ello, afirmó que «profesionalmente es un proyecto superactual». «No sé que ha cambiado en estos años, no se ha producido una evolución humana, que ya tenemos un oído distinto, que no escuchamos música... no sé a qué se refieren».

En este sentido, De la Torre defendió que no es una obra demasiado grandiosa, estando valorada en más de 100 millones: «No es cuestión de tamaño, es cuestión de lo que se necesita desde el punto de vista técnico, de la calidad y de la utilidad que tiene», incidiendo en la variedad y cantidad de actividades. «Creo que es -un proyecto-, de hoy, de mañana y del futuro, clarísimamente», reiteró el regidor en unas declaraciones recogidas por Europa Press, dejando claro que «en la Málaga de hoy y del futuro esta obra encaja más que hace diez años; es mucho más necesario ahora ¿Lo vamos a poner a la mitad? ¿Al 70 por ciento? No tiene sentido». Para el alcalde, se trata de un proyecto, ubicado en la zona portuaria de San Andrés, que nació en un momento concreto pero «que es más necesario que nunca».

De la Torre también incidió en que «no es una cuestión política; es cuestión de pura lógica y necesaria» e insistió que tampoco es un planteamiento «localista o egoísta; es para proyectarnos hacia fuera con más fuerza y capacidad de acción». Es más, advirtió de que «si no lo ven algunos, peor para ellos. Lo vamos a hacer de una u otra manera», punto en el que ha aludido a la posible colaboración privada y pública.

Los arquitectos Agustín Benedicto y Federico Soriano explicaron desde el punto de vista arquitectónico y técnico el proyecto, de 2008 y ganador del concurso, en una conferencia que contó, entre otros, con el barítono malagueño Carlos Álvarez.

Benedictoalertó de que una ciudad como Málaga, que «ha apostado decididamente por la cultura y que ha salido bien» tiene, a su juicio, que contemplar dentro del mundo cultural el turismo que genera un edificio para este tipo de eventos, «que ahora no se pueden hacer», lamentando que la ciudad aún no tenga un edificio así y «tengamos una Orquesta Filarmónica que durante 27 años está tocando en una caja de zapatos, en una concha acústica», lo que indica, «que algo raro está pasando».

«Sea lo que sea, espero que haya pasado y espero que a partir de ahora, de este momento, las administraciones no tengan ninguna excusa más para no comenzarlo, porque tenemos el suelo, el proyecto, las licencias y tenemos al alcalde, y por si faltara poco, tenemos a Carlos Álvarez».

En su intervención, Benedicto valoró que Málaga tiene «la actividad musical suficiente hoy para rellenar este espacio». Eso sí, incidió en la necesidad de cómo llamarlo, teniendo en cuenta que «es para ópera pero también para otro tipo de músicas».. «Es mucho más que un auditorio, ya que, entre otras, tiene equipamiento y está preparado para hacer programas líricos y esa es la gran diferencia entre un auditorio y un teatro ópera», detalló.