Una empresa recién salida del horno -comenzaron su andadura en julio del 2018- ha basado su actividad en la venta de comida casera hecha por cocineros no profesionales, y según su fundador, Darío Carrasco, tiene la pretensión de llegar a ser "el BlaBlacar del táper".

Carrasco, engendrador de esta idea y exestudiante, desarrolló esta iniciativa a la que compara con el coche compartido de BlaBlacar puesto que, como ha asegurado a Efe, comparten filosofía, ya que "a ellos les sobra un asiento y a nosotros un táper".

Hace dieciséis años, cuando internet aún ni siquiera reunía las características suficientes como para albergar este proyecto, montó una página web como trabajo de clase en la que intentó conectar a personas mediante un chat para que realizaran compraventa de comida.

Hoy, gracias a la ayuda de su mujer, a la que considera su mano derecha, y del trabajo conjunto con desarrolladores informáticos indios -que realizó en la propia India- Linkinfood es una realidad que ya cuenta con dos mil cocineros que atienden a las necesidades de usuarios de cada provincia española.

Las raíces de Linkinfood se encuentran en la necesidad del propio Darío Carrasco, malagueño de nacimiento, por comer de forma saludable y económica mientras estudiaba en Madrid, por lo que redactó un anuncio con esta petición y lo echó en buzones, a lo que obtuvo la respuesta de dos mujeres que le vendían táperes por un módico precio.

El compromiso medioambiental está presente en la filosofía de Linkinfood, y ante el dato de que en España cada año se tiran 7,7 millones de toneladas de comida, con esta iniciativa su fundador estima que esa cifra se reducirá hasta el millón de toneladas.

Además de este beneficio, señala que la persona que cocina recupera el dinero invertido en la compra de alimentos, en lugar de desperdiciarlo, lo que para su criterio es la base de la economía colaborativa.

Un aspecto en el que trabajan y que Carrasco califica como "imprescindible" para el buen funcionamiento del negocio es el reparto a domicilio de los táperes, de forma que ni cocinero ni usuario tengan que desplazarse para poder realizar el intercambio, lo que supondrá, además, la creación de más puestos de trabajo en la empresa.

La aceptación de este proyecto por parte de la sociedad les ha llevado a recibir -sin presentarse- el Premio a la Plataforma Innovadora, que otorga La Opinión de MálagaLa Opinión de Málaga, galardón del que Carrasco asegura que cuando le avisaron de su candidatura al mismo tuvo que preguntar "¿que estoy nominado a qué?".

Con tan solo una cuña publicitaria en la radio local, ha asegurado que el secreto del éxito que tienen actualmente se basa en el "boca a boca" y en el apoyo de los allegados a la empresa, ya que hasta ahora no han realizado campaña de mercadotecnia como tal.

Una de las cocineras más solicitadas, Nani Soria, ha confesado a Efe que para ella Linkinfood supone un pasatiempo, con el que además, se gana "un dinerillo extra que nunca viene mal", por lo que aprovecha que le gusta cocinar y que suele hacer más cantidad de la que consume para compartirlo con otras personas.

El usuario de la plataforma Francisco Sánchez ha explicado que, desde que les conoció, la utiliza asiduamente puesto que tiene que comer en el trabajo, y que aunque al principio le daba "un poco de respeto" no conocer a los cocineros, ve esencial el poder consultar las valoraciones de otros usuarios, una de las claves de Linkinfood.