La fusión que Unicaja y Liberbank negocian para crear el sexto mayor banco de España, con un volumen de activos próximo a 96.000 millones, podría cerrarse en la primera mitad de 2019, según fuentes próximas al proceso. Hasta el momento, las conversaciones entre ambas entidades se han desarrollado al más alto nivel, si bien se ha requerido ya la participación de Deutsche Bank y Mediobanca como asesores para definir el proyecto común de fusión.

De este modo, los consejos de administración de ambos bancos podrían estudiar la operación a principios de 2019, incluida la ecuación de canje, para someterla posteriormente al visto bueno de las respectivas juntas de accionistas.

Unicaja Banco sigue teniendo como principal accionista a la Fundación Unicaja, con el 49,7% del capital, aunque la matriz del grupo de moda infantil Mayoral posee una participación del 5%; el fondo de Noruega y la gestora del Santander, ambos más de un 3%.

En el caso de Liberbank, las fundaciones tienen un 24,3% (16,1% la de Cajastur; 3,4% la de Caja Cantabria y 4,8% la de Caja Extremadura), el fondo Oceanwood es dueño de un 17%; el mexicano Ernesto Tinajero, de un 7,4%, la familia Masaveu, de un 5,5%. Al igual que en Unicaja Banco, el fondo soberano de Noruega es accionista de Liberbank con un 3%.

La idea inicial de ambas entidades pasa por una fusión al uso, sin necesidad de crear un nuevo grupo al que traspasar los activos de Unicaja Banco y Liberbank, y en principio sin necesidad de recurrir a una ampliación de capital. Las fuentes consultadas explicaron que el grupo resultante podría aprovechar las sinergias y la liberación de capital para hacer frente a los costes de reestructuración, principalmente por la integración informática y los ajustes de plantilla en los servicios centrales.

Las redes de sucursales son complementarias ya que la presencia de Unicaja se centra en Andalucía y Castilla y León, mientras que Liberbank cuenta con una posición estratégica en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Ayer mismo, el consejero asturiano de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, admitió que le «consta» que la negociación para estudiar una posible fusión está avanzada, si bien precisó que «hay que ver cómo se concreta y hasta qué punto llegan». Pola apuntó que al Gobierno del Principado lo que le interesa es «el arraigo y el compromiso» de Liberbank con Asturias, así como los niveles de actividad y de empleo en la región. El consejero consideró que la operación no «plantea aparentes solapamientos» en sus respectivos mercados geográficos.