La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a veinte años y un día de cárcel al matrimonio detenido en 2016 por la muerte de su bebé de tres meses, al que llevaron al Hospital Materno visiblemente desnutrido y con golpes y arañazos por todo su cuerpo.

La bebé fue trasladada ya sin vida al hospital por su padre. La niña presentaba los mencionados signos de malos tratos, desnutrición y mal cuidado, así que la dirección del hospital activó el protocolo establecido ante casos sospechosos de malos tratos o abandono infantil.

Según las primeras pesquisas, el padre, al detectar que el bebé se encontraba mal, decidió ir a un centro sanitario pero cuando llegó ya había fallecido.

La madre, que también fue detenida, aseguró que estaba trabajando cuando sucedieron los hechos.

Los pediatras al comprobar el estado del bebé activaron el protocolo establecido ante posibles casos de malos tratos o abandono infantil y avisaron a la Policía Nacional. Al sospechar sobre posibles malos tratos se procedió al levantamiento del cadáver y fueron detenidos sus padres.

Los padres de la bebé vivían en una casa de alquiler en el distrito de Puerto de la Torre y, al parecer, el inmueble estaba muy sucio y convivían con varios perros.

Según los hechos probados, durante sus tres meses de vida, los acusados dejaron de prestar a la menor los más elementales cuidados de forma deliberada y reiterada, "siendo conscientes de que con tal falta de cuidados le podría provocar la muerte, lo que aceptaron".

La recién nacida no fue alimentada correctamente, ya que sus padres le daban biberones que contenían una cantidad insuficiente de leche maternizada, lo que pasado el tiempo provocó en la misma un estado de malnutrición severa,

El bebé a los tres meses sólo pesaba 2.900 gramos y su talla era de 54,5 centímetros.

En la sentencia se considera que los acusados no tenían la intención de provocar la muerte de su hija, pero fueron conscientes de que le estaban proporcionando una alimentación insuficiente para que pudiera subsistir.

Además entendían la situación de peligro en la que debido a ello se encontraba y que ello podría provocarle la muerte.

La menor sufrió una caída a finales de octubre o principios de noviembre del mismo año, que le provocó un traumatismo cráneo encefálico, sin que los acusados, que estaban presentes cuando se produjo, la llevaran a ningún centro sanitario para que fuera reconocida.

Sobre las 6 horas del 10 de noviembre del 2016, la menor falleció en el domicilio familiar.

La causa fundamental de la muerte fue la malnutrición severa que sufría, y la causa inmediata una bronconeumonía provocada por la falta de alimentación, pues ésta ocasionó una depresión del sistema inmune e infección terminal.