La apuesta de la Universidad de Málaga por construir un campus sostenible y más amable para la comunidad es firme y así lo demuestra con el proyecto Islas y Sendas Verdes, que arrancó hace tres años también en el Vicerrectorado de Smart-Campus.

Tras promover el primer prototipo de isla verde en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo, la iniciativa continuó gracias a la gran aceptación por parte de la comunidad universitaria. «La idea también surje para cubrir las carencias que puedan tener los centros: demandaban espacios para comer, reunirse, estar al aire libre, hacer trabajos en grupos; y como los centros están saturados y ocupados, el proyecto quiere cubrir esa necesidad», manifiesta la directora del secretariado del Vicerrectorado de Smart Campus, Patricia Mora.

El propósito de esta idea impulsada por Smart-Campus es crear áreas verdes próximas a los centros del campus de Teatinos y la ampliación para cubrir las necesidades tanto del alumnado como del profesorado. La peculiaridad es que dichos proyectos son realizados por el propio alumnado, con la posterior supervisión de un profesor que confirme la viabilidad del prototipo y finalmente la intervención de un arquitecto o ingeniero previa valoración económica cuyo coste asume el Vicerrectorado de Smart-Campus.

El primer paso fue desarrollar el anteproyecto, realizar todas las iniciativas por parte de los estudiantes y realizar un concurso público con una mesa de contratación para poder proceder a las licitaciones y las contrataciones, y finalmente, la construcción del prototipo en los diferentes espacios elegidos.

Para la realización de este plan se han basado en dos escalas, a nivel de centros y global. En el primer caso se ha tenido en cuenta la demanda y necesidad de personalización atendiendo a las carencias existentes. A nivel global, se han atendido requisitos como la sostenibilidad, accesibilidad, no alterar la orografía, tecnología y que se mantengan los valores del Vicerrectorado siendo también 'smart islas'.

Las obras de la primera isla verde del campus se han terminado recientemente en la Facultad de Comunicación y Turismo y se prevé que próximamente comiencen los trabajos en las cuatro siguientes: Filosofía y Letras, Telecomunicaciones, Biblioteca General y Residencia Alberto Jiménez Fraud.

Dependiendo de la mayor o menos demanda de los estudiantes, las islas se realizan en ciertos puntos del campus universitario y se les da preferencia para su construcción.

El diseño de cada prototipo se basa en la opinión de los futuros usuarios de la isla en cuestión a través de una encuesta realizada por el propio Vicerrectorado de Smart-Campus.

«Queremos que la universidad sea un punto de encuentro y de ocio, agradable, donde además se esté a gusto y se facilite la creación y que fluyan mejor las ideas. Un espacio de trabajo donde la gente pueda reunirse para trabajar, hablar sin depender de ningún factor», declara Mora. Para ello, la tecnología juega un papel esencial ya que trata de conseguir un 'confort climático' en el exterior y el ahorro energético a través de placas solares, por ejemplo.

Además, impulsa la cooperación y multidisciplinaridad acogiendo prototipos de proyectos del I Plan Propio de Smart-Campus que se está desarrollando paralelamente. Patricia Mora tiene claro su objetivo: «Dejar el mundo tal y como vinimos o al menos como está».