María del Mar Martín Rojo prevé un crecimiento de 1.800.000 turistas y casi más de 3,5 millones de pernoctaciones en hoteles de la ciudad en 2023.

Hasta hace unos años Málaga apenas figuraba en el mapa turístico sin la marca Costa del Sol. Hoy día tiene peso propio en este y otros sectores, ¿qué ha cambiado?

Fundamentalmente ha cambiado nuestro posicionamiento, provocado, en parte, gracias a la transformación de la identidad que ha experimentado la capital. Y es que hemos pasado a convertirnos en una auténtica Ciudad de Museos referente en Europa caracterizada por una oferta de 37 centros de primer orden. En paralelo, la promoción desarrollada a lo largo de estos años ha tenido una clara incidencia en los turoperadores turísticos y en la incorporación de la oferta de Málaga en su portafolio. Si a esa identidad le sumamos la proyección que estamos teniendo en calidad, digitalización, redes sociales y presencia promocional, unida además a los reconocimientos internacionales -como el premio a Capital Europea de Turismo Inteligente en materia de Accesibilidad- recibidos recientemente, han provocado el cambio y el peso que ahora mismo tiene la ciudad en la percepción desde el exterior. Esta evolución se refleja en las estadísticas, que arrojan que Málaga ha pasado en tan solo 13 años de albergar a medio millón de turistas a tener a 1,3 millones de visitantes alojados en hoteles de la ciudad.

Una de las claves para dinamizar el tejido empresarial y la economía es atraer la inversión extranjera, ¿qué líneas hay en este sentido?

Nuestro objetivo es vincular la ciudad a nivel turístico y empresarial. Para ello, la atracción de inversión extranjera es, precisamente, uno de los pilares del trabajo que realizamos en el Área de Economía Productiva. Contamos con la Oficina de Captación de Inversión, un organismo especializado que nace para ofrecer oportunidades de inversión a distintas empresas con el objetivo de diversificar la economía malagueña y contribuir a la creación de puestos de trabajo estables y de calidad para nuestros vecinos y vecinas.

El proyecto de Smart City es uno de los punteros dentro de la ciudad, ¿cuál es el objetivo?

El principal objetivo de Málaga Smart City es que la sociedad residente viva mejor. Se trata de la aplicación de la tecnología y la investigación en aras de encontrar soluciones innovadoras e inteligentes para lograr la sostenibilidad en todas sus vertientes; social, con la apuesta por la accesibilidad, la participación ciudadana y la mejora de la calidad de vida; la económica, con la atracción de talento, emprendimiento y empleo de calidad; y medioambiental, apostando por la eficiencia energética, la movilidad sostenible, y, en definitiva, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Qué otros segmentos cree que se deben potenciar para que la ciudad sea más puntera aún?

Estamos trabajando por impulsar el segmento de lujo, visto como una mayor capacidad de gasto de los visitantes. Igualmente, el Plan Estratégico del Turismo de Málaga 2016-2020 contempla la captación de nuevos perfiles y segmentos emergentes, como el turismo de naturaleza, el turismo industrial y el ornitológico -un segmento que cuenta en el Reino Unido con 1,5 millones de aficionados y que, según Turismo Andaluz, moviliza anualmente a 400.000 turistas a la comunidad autónoma-, que son claves porque no solo contribuyen a desestacionalizar el destino, sino que generan nuevas centralidades y atraen a un perfil de turista con un mejor comportamiento de la actividad respecto a la estancia y el gasto medio. En suma, potenciamos segmentos que atraigan un turismo de calidad, no de cantidad, para que el turismo sea una actividad respetuosa y sostenible y una fuente de riqueza para los malagueños y malagueñas.

Se habla mucho de atraer talento e inversión pero ¿qué se le ofrece a aquellos que quieren apostar en su ciudad?

La Oficina del Inversor se caracteriza por su vocación de servicio público, la predisposición y la proactividad. Estos tres factores son la base sobre la que gravita nuestra labor: ofrecer facilidades a las empresas interesadas en invertir. Para ello proporcionamos un servicio de asistencia durante tres etapas: durante la etapa de prospección canalizamos y facilitamos a los potenciales inversores toda la información sobre el contexto de Málaga y la tramitación administrativa; softlanding, un servicio de apoyo multidisciplinar una vez que las empresas internacionales se establecen en Málaga, y aftercare, el seguimiento a las empresas instaladas.

¿Cuáles son los siguientes pasos a dar para que la economía en la ciudad continúe creciendo?

Seguir apostando por la regularidad e intensidad en la promoción que tan buenos resultados está dando. Esta concejalía aúna la captación de la inversión con la promoción del turismo y lo cierto es que ha quedado demostrado que la suma de las dos áreas multiplica los resultados, convirtiéndose en un tractor para la inversión en Málaga. Se ve de forma evidente en el caso de la promoción conjunta del destino, especialmente en los mercados lejanos. En este sentido, seguiremos reforzando nuestro posicionamiento de marca en los mercados de larga distancia con el proyecto «Andalusian Soul», la oferta conjunta de las ciudades de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla, que será, sin duda, una de las grandes potencias mundiales de atracción turística multidestino. Mercados como el japonés, coreano y sobre todo de EEUU nos aportarán unos mejores resultados como destino y contribuirán a atraer inversiones de estas procedencias.

¿Cómo visualiza Málaga en cinco años si se continúa con esas políticas de transformación?

Actualmente estamos en fase de consolidación. Nuestro horizonte de inversiones es 2030. No obstante, siguiendo nuestra proyección actual, esperamos un crecimiento con una previsión de 1.800.000 turistas y casi más de 3,5 millones de pernoctaciones en hoteles de la ciudad en 2023. Este crecimiento se llevará a cabo manteniendo un equilibrio social, económico y medioambiental de forma que genere prosperidad en la ciudad. Seremos reconocidos como un destino urbano imprescindible para visitar, asegurando la calidad de la oferta y ofreciendo al visitante una ciudad segura con una oferta sólida y diversa mediante una actividad que repercuta positivamente en la vida de los malagueños.

Sin embargo, más allá del ámbito turístico, nuestra ambición es que Málaga se afiance como uno de los polos económicos más dinámicos del sur de Europa y la mejor ciudad para vivir, trabajar e invertir.