­Cientos de palabras se incorporan cada año a nuestro vocabulario. En ocasiones son neologismos, términos de nueva creación, y en otras, palabras antiguas que encuentran un nuevo uso o que retornan al habla cotidiana por alguna circunstancia. Son palabras que, en los primeros momentos, generan dudas en relación a su uso o su significado, lo que en muchas ocasiones deriva en una consulta a la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA). Desde 2013, esta entidad repasa, al final del año, todas las palabras que han sido objeto de consulta para seleccionar la que merece la consideración de «Palabra del año». Un reconocimiento al que, en 2018, optan doce candidatas, seleccionadas entre los más de 250 términos que han sido objeto de alguna recomendación diaria por parte de la Fundéu. Doce candidatas a suceder a aporofobia, palabra del año de 2017. La ganadora se conocerá el 29 de diciembre.

Descarbonizar

El proceso de reducción de emisiones de carbono tiene un término y un verbo específicos para designarlos: descarbonización y descarbonizar. Dos palabras que, explica la Fundéu, «cuentan con un uso asentado» en las noticias de carácter medioambiental «y están bien formadas a partir del sustantivo carbono». En este contexto, precisa la Fundéu, «descarbonizar no es lo contrario a carbonizar, verbo relacionado con el carbón, sino que alude al proceso mediante el cual los países u otras entidades tratan de lograr una economía con bajas emisiones de carbono, o mediante el cual las personas tratan de reducir su consumo de carbono».

VAR

La inclusión del videoarbitraje en el fútbol ha tenido una incidencia constatable en el Mundial, la Liga de Fútbol y, también, en el diccionario. La popularización de las siglas VAR, que responden a la expresión anglosajona «video assistant referee», para referirse a esta tecnología ha sido inmediata. Hasta tal punto, precisa la Fundéu, que «va camino de convertirse en un sustantivo y, por tanto, de escribirse con minúscula: var (como ya ocurrió con sida, ovni o pyme)».

Micromachismo

En un año marcado por las movilizaciones feministas ante los abusos sexistas y las agresiones sexuales, el término micromachismo ha tenido una extraordinaria difusión. Definido como el conjunto de los comportamientos, prácticas y estrategias cotidianas con las que se ejerce el poder de dominio masculino y que atentan en diversos grados contra la autonomía de las mujeres, el término se escribe en una sola palabra, sin guion ni espacio.

Arancel

La traslación del término «tariff» a «tarifa» en relación a las informaciones sobre la batalla comercial entre Estados Unidos y México ha generado cierta confusión, lingüística y conceptual. El término anglosajón «tariff» se refiere, según el diccionario de Oxford, a un «impuesto que se paga sobre los bienes que proceden de otros países o se exportan». Una acepción que en ningún caso puede asociarse a la palabra española «tarifa», y que tiene otro término expreso en castellano: arancel. La Fundéu recuerda además que «el texto en el que la Organización Mundial del Comercio establece las normas que rigen el comercio entre países se denomina 'Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, y no Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio».

Nacionalpopulismo

La irrupción global de una nueva derecha de inspiración radical ha sido designada, desde Estados Unidos, con un neologismo: «alt-right», una derivación de «derecha alternativa». A juicio de Fundéu, nacionalpopulismo es una alternativa válida a ese anglicismo compuesto, que define a un «movimiento político de liderazgo fuerte, apelación radical a la identidad nacional y gran hostilidad hacia la inmigración, la globalización, las minorías y el elitismo cosmopolita». Un término hecho a la medida de políticos como Donald Trump, Steve Bannon y Bolsonaro.

Microplásticos

La proliferación de pequeños desechos plásticos en mares y océanos ha transformado el término microplásticos en una palabra de uso habitual. Se refiere a los fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros, y designa tanto a las piezas realizadas con ese tamaño ex profeso, usualmente para productos de limpieza e higiene, como a los fragmentos desprendidos de un plástico de mayor tamaño en su proceso de deterioro. La palabra generó diversas consultas a la Fundéu por su ortografía: se debe escribir en una sola palabra, sin dejar espacio o guion entre «micro» y «plásticos».

Hibridar

La producción de híbridos, especialmente en el sector de la automoción con los motores que alternan combustibles fósiles y electricidad, está a la orden del día. Pero es frecuente la confusión entre «hibridar» e «hibridizar» al verbalizar su producción. Para la Fundéu, en concordancia con la Real Academia, entre los dos verbos el preferible es hibridar, ya que la alternativa es «innecesariamente larga y no aporta matices que enriquezcan o completen el sentido».

Procrastinar

El caso de procrastinar es el de una palabra en uso desde hace siglos que ha alcanzado una súbita popularidad. Su origen está en la palabra latina «procrastinare», y su significado es «diferir o aplazar». Aunque ya está reflejada en diccionarios españoles del siglo XVIII, las peculiaridades fonéticas de la palabra hacen que se incurra en frecuentes errores ortográficos, con cierta tendencia a escribirla como «procastinar» o incluso «procastrinar».

Mena

La presión migratoria ha popularizado el término mena que es, en realidad, la lexicalización de las siglas MENA: menor extranjero no acompañado. El proceso de asimilación de este neologismo es similar al que se prevé que ocurra con el sistema de videoarbitraje VAR.

Los nadie

El concepto de los nadie para referirse a las personas invisibles para la sociedad, de los que nadie habla, ha cobrado presencia en ámbitos mediáticos y sociológicos. Tanto «los nadies» como «los nadie» son consideradas formas válidas de esta locución plural, que no tienen equivalencia con la nominal «don nadie» y que carece de su carácter peyorativo. Las comillas no son necesarias.

Dataísmo

La preponderancia de los datos, la filosofía de que a partir de su análisis se pueden describir hechos, sucesos y entidades de forma objetiva se han sustanciado en el nacimiento del neologismo dataísmo. Este sustantivo, que surge de la unión del vocablo inglés «data» y del sufijo «ismo» (doctrina, escuela, movimiento), es tan válido como la variante «datoísmo», aunque su uso está más extendido.

Sobreturismo

En los últimos años se ha popularizado el uso del término inglés «overtourism» para explicar un fenómeno, el de la masificación turística, que ha golpeado de manera intensa a varios enclaves españoles. Frente a este vocablo, ha surgido el neologismo sobreturismo para identificar ese mismo fenómeno. Una palabra válida en español y preferible a la voz inglesa.