Los jóvenes son uno de los colectivos que más sufren las dificultades de acceso al empleo y, aunque las cifras de paro han venido bajando significativamente en los últimos ejercicios debido a la mejora general de la economía, este 2018 presenta una tónica de bastante mayor atonía en este apartado. Así, según los últimos datos disponibles del Observatorio de la Juventud de España, dependiente del Ministerio de Sanidad, el número de desempleados en la provincia de Málaga entre la franja de edad de 16 a 29 años se sitúa en 27.071 personas a cierre de octubre, apenas 343 menos que hace doce meses. La modesta bajada contrasta con la que se ha venido registrando en ejercicios anteriores, donde la reactivación de la actividad permitió rebajar de forma mucho más significativa la cifra de jóvenes desempleados.

En 2016 y 2017, por ejemplo, hubo descensos interanuales de más de 4.000 parados en cada ejercicio, mientras que en el año 2013 la bajada fue de 3.500 desempleados y en 2014 y 2015 de alrededor de 2.500 por año. Desde el año 2012, que marcó en este apartado el punto más duro de la crisis con casi 45.000 parados de entre 16 y 29 años, Málaga ha conseguido rebajar cerca de un 40% de su volumen de empleo juvenil, pero 2018 ha supuesto un frenazo en esta dinámica, según las estadísticas del Observatorio.

La radiografía actual del mercado de trabajo de la provincia indica que los jóvenes representan actualmente un 18% del total de los parados de Málaga (que rondan los 150.000). El paro está cayendo más a nivel general que en la franja que entre estos demandantes de empleo de menor edad. De esta forma, si la cifra de desempleados ha bajado en los últimos doce meses un 3,2%, en el caso de los jóvenes lo ha hecho sólo un 1,25%.

Por sexos, son las mujeres las que sufren en mayor medida la lacra del paro entre los jóvenes. En Málaga hay 13.737 desempleadas en la citada franja de edad, y la cifra tan sólo se ha reducido en 12 personas en relación a octubre de 2017. En el caso de los hombres, la cifra de jóvenes parados es de 12.320 y la reducción ha sido de 331 personas. Los datos reflejan así que la escasa reducción del paro juvenil en la provincia no ha tenido prácticamente impacto en entre el colectivo femenino.

Hace unos meses, un informe del Observatorio Argos de la Junta de Andalucía indicaba también que la mejora de la situación económica está permitiendo que el colectivo de jóvenes firme cada año un mayor número de contratos y que el número de afiliados a la Seguridad Social también aumente, aunque los sindicatos advierten de que las elevadas cotas de precariedad laboral sigue siendo la tónica en el empleo. Las personas menores de 30 años firmaron a lo largo de 2017 un total de 263.034 contratos en la provincia de Málaga, un 10,4% más que el año anterior, mientras que la media mensual de afiliados a la Seguridad Social a lo largo del ejercicio (86.894) subió un 7,4% sobre las cifras de 2016.

La temporalidad, sin embargo, sigue presidiendo la contratación. De los 263.034 altas que se firmaron a jóvenes el pasado año, tan sólo un 6,1% del total (algo más de 15.800 contrataciones) tuvieron carácter indefinido, porcentaje que continúa la baja línea de años anteriores. La firma de contratos temporales, en sus diferentes modalidades, acaparó el otro 93,9% de las contrataciones a jóvenes. Los sindicatos denuncian además que en muchos sectores de actividad los trabajadores se ven obligados cada vez más a enlazar un contrato tras otro, ya sea cubriendo un mismo puesto de trabajo o rotando de forma constante por diferentes empleos. Algo que afecta con mayor intensidad a los jóvenes.