Con la intención de reconocer el esfuerzo de los universitarios que lo aprueben todo, la Junta de Andalucía anunció el verano de 2017 su revolucionario plan de bonificaciones, que premiaría con matrículas prácticamente gratis a los alumnos que pasaran de curso sin suspender asignaturas. Las familias de estos estudiantes brillantes recibirían un importante respiro en sus economías domésticas, ya que solo tendrían que pagar el 1% del precio de sus matrículas. Una cifra de 13.873 estudiantes malagueños se repartieron los 5,6 millones de euros que destinó la Junta el pasado curso 2017/2018.

La Universidad de Málaga informa de que la Junta es la última que paga las ayudas, «una vez que los estudiantes han solicitado todas las becas que tienen a su disposición». Es decir, las de Régimen General del Ministerio, las bonificaciones por familia numerosa u otras exenciones, o las ayudas de cohesión social o de fondos propios de la institución académica malagueña... Es entonces cuando, concedidas estas becas o no, la Junta pone en marcha este sistema de bonificaciones, que financia hasta el 99 por ciento en el precio de las matrículas.

Es decir, que quienes pasen limpios de un año a otro, prácticamente no tienen que pagar nada, únicamente el primer año, siempre y cuando no estén becados.

En la UMA están matriculados unos 38.000 alumnos cada año, ya sea en título de grados, másteres u otros. Unos 7.000 del primer curso habría que restarlos del total, ya que no formarían parte de los potenciales beneficiarios, dado que aún no se han examinado de ninguna asignatura de su carrera. Es decir, que prácticamente el 44% de los alumnos de la UMA que podían hacerlo han recibido una bonificación.

Esta medida, que se aplica únicamente en Andalucía desde el curso pasado, supone un paso decisivo en el duelo que mantenía la Junta con el Gobierno central a la hora de establecer el precio de las tasas universitarias. El Ministerio es quien fija las horquillas de precios públicos pero cada comunidad autónoma establece sus tarifas. La Junta suma cuatro cursos sin incrementar el coste de las matrículas. Andalucía se sitúa además entre las regiones con los precios más baratos, con un precio por crédito de 12,62 euros para la primera matrícula y de 25,25 para segunda, tercera o sucesivas. Además, se trata de tasas homogéneas en todas las titulaciones, sin diferencias según la rama de conocimiento del grado.

Esto es, aprobando en primera matrícula, un grado completo de cualquier rama tendrá un coste de únicamente 760 euros en total para el alumno.

Cuando anunció este sistema de bonificaciones, el Gobierno de Susana Díaz estimaba que la medida podía beneficiar a más de 30.000 alumnos de las nueve universidades públicas de la comunidad autónoma y costaría unos 29 millones de euros, apenas un 2% del presupuesto total de sus universidades. Coincidiendo con el inicio del actual curso académico, durante el acto de inauguración celebrado en la Universidad de Cádiz, Díaz volvió a destacar la apuesta del Gobierno andaluz por las universidades públicas de la comunidad autónoma, «para seguir desarrollando cohesión territorial y dinamización social que se traduzca en creación de riqueza y empleo», y anunció que la partida presupuestaria para las bonificaciones aumentaba hasta los 38 millones de euros.

Además, este curso la bonificación se amplía a los estudiantes de la UNED y de sus centros adscritos.

El vuelvo electoral tras el 2-D y la posibilidad de cambio de Gobierno gracias a un acuerdo entre PP y Cs (en el que también tendría que intervenir VOX) hace que algunos destacados representantes del Gobierno autonómico del PSOE sospechen de que este sistema de bonificaciones pueda ser suprimido. Así, el consejero de Economía y antiguo rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, expresó el pasado viernes sus dudas en la red social Twitter sobre los «recortes en servicios públicos y servicios sociales» al que puede obligar la bajada de impuestos que incluye el preacuerdo de investidura anunciado por estas formaciones políticas.