En el Día de los Inocentes, los verdiales malagueños viven su día grande, que ayer volvió a celebrarse en el Puerto de la Torre cumpliendo este año la 57ª edición de la Fiesta Mayor de esta ancestral tradición. Durante toda la jornada resonaron los fandangos, los violines, las guitarras, los panderos, los platillos y los palillos, e incluso los laúdes, de las 27 pandas que, en representación de los estilos Comares, Montes y Almogía, participaron en el acontecimiento verdialero más importante del año.

El concurso comenzaba sobre las 12 de la mañana con las pandas de estilo Comares. Carmen Soledad Márquez y María Marín esperaban su turno bajo el escenario con expectación y algo de nervios. Son de la panda de San Isidro de Periana, los terceros en concursar. «Bailo, toco los platillos y canto. Es una tradición muy importante y especial que no se debería perder. Se hace mucho hincapié en las sevillanas cuando los verdiales son tradición única en Málaga», reflexiona María. Carmen prefiere tocar el violín, aunque confiesa que está aprendiendo a tocar la guitarra y que también se atreve con el baile y el cante. «Quiero ser una fiestera completa», asegura. A unos metros de las jóvenes, Mari Aguilar muestra los sombreros de su panda- Arroyo de Conca- a los curiosos que se acercan a la bailadora. «Pasan de generación en generación y son hechos a mano. Tienen flores, lazos y espejos porque antiguamente se utilizaban para alumbrar el camino de cortijo a cortijo», explica esta malagueña, a la que la afición por los verdiales le llegó siendo adulta. «A pesar de ser de Comares, en mi familia no había tradición. Aprendí dando clases pero siento los verdiales como el resto. Llevo 11 años participando en el concurso», comenta.

La Fiesta de Verdiales la viven con pasión tanto los adultos como los pequeños. Kike Bustamente con solo 9 años toca el pandero y los platillos al estilo de los Montes en la panda de Moclinejo. Todo lo que sabe se lo ha enseñado su abuelo, con el que comparte este gusto. «Me gustan mucho los verdiales y formo parte de esta panda desde el año pasado. Mi abuelo es el que me ha enseñado todo», explica ilusionado el niño.

Uno de los más veteranos del concurso es el alcalde de la panda de Jotrón y Lomilla: José Romero Anaya. A sus 70 años, este malagueño dirige a su grupo desde hace 25 años, aunque está totalmente sordo. «Antes salía como músico pero a raíz de su problema empezó a dirigir. Tiene mucho mérito, nos dirige y sabe perfectamente cuándo nos equivocamos», cuenta una de las bailadoras de la panda. A pesar de las dificultades para expresarse, José Romero, portando su vara de mando, no pierde la oportunidad para contar su historia. Comenzó en el mundo de los verdiales con tan solo cinco años, ya que su padre también formaba parte de una panda, y ahora en su familia ya son cuatro las generaciones que heredan esta tradición. «Mi hijo Domingo y mi nieto también forman parte de la panda de Jotrón y Lomilla, estoy muy orgulloso de que haya pasado de generación en generación», confiesa el alcalde.

Por el contrario, en la familia de Antonio Medina la tradición ha comenzado gracias a él. Conoció la cultura de los verdiales por la escuela, donde comenzó a tomar clases de guitarra y aprendió a tocar los platillos. Esto hizo que el chico tuviese cada vez más interés por las pandas, transmitiendo este sentimiento a su hermano y poco después a su madre, Beatriz. Ahora los tres forman parte de la panda de Benalgabón, con la que llevan once años participando en la Fiesta Mayor.

Vestido de rojo y negro, Alonso Vargas esperaba viendo los choques su turno para subir al escenario. Pertenece a una de las pandas más veteranas del concurso, y una de las que más veces ha ganado: Raíces de Almogía, fundada en 1980. Para él, «el día de los tontos es sagrado» y cuenta que la cita se ha convertido en un encuentro de amigos. «Aquí nos conocemos todos, es un día muy especial y único», señala.

En esta 57ª edición de la Fiesta Mayor, las pandas Primera de Comares y Arroyo de Conca quedaron empatadas en el primer puesto del estilo Comares. En el de los Montes, la del alcalde José Romero Anaya, Jotrón y Lomillas, consiguió clasificarse en la primera posición, mientras que en Almogía también se registró un empate de las pandas Raíces de Almogía y Coto Tres Hermanas.