El concepto de «familia» evoluciona con el paso de los años, dejando de tener un único significado. Avanzamos lentamente hacia una sociedad plural e igualitaria que necesita de políticas familiares para evitar que crezca «el suicidio demográfico» dado por la caída de la natalidad en nuestro país. Así lo recoge el sociólogo malagueño y experto en familia Luis Ayuso, en su estudio Nuevas imágenes del cambio familiar en España, publicado en la Revista Española de Sociología. Un análisis en el que pregunta la opinión de los españoles sobre cuestiones relevantes para conocer las nuevas tendencias que nos depara el futuro.

¿Con qué intención inicia este estudio?.

Principalmente para saber hacia dónde avanza el modelo de familia española, comparando encuestas realizadas a lo largo de los años por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y el International Social Survey Programme (ISSP). En España los cambios son lentos pero se tiende hacia valores más igualitarios y democráticos.

¿Hacia dónde se encamina la sociedad en materia de igualdad entre hombres y mujeres?

Todavía queda mucho camino que recorrer. Los indicadores dicen que vamos hacia unas sociedades más diversas, plurales y más igualitarias pero los cambios son lentos. Además, las encuestas revelan que las mujeres siguen teniendo más peso en las tareas domésticas y en el cuidado de los hijos y mayores.

¿Por qué siguen asumiendo ellas esta responsabilidad?

Principalmente porque las parejas admiten que ni siquiera hablan para hacer un reparto en las tareas del hogar, o del cuidado de los hijos. Se da por hecho que son las mujeres quienes tienen que asumir este rol. La cultura de género está tan insertada en la sociedad que ni siquiera se habla, cuando el primer paso para que haya igualdad es reconocer las cosas y hablarlas.

¿Ocurre lo mismo cuando una de las partes trabaja fuera del hogar y el otro no?

Sí, los datos son desalentadores. Las mujeres aunque trabajen fuera de casa y los hombres estén en ellas, siguen teniendo más peso, aunque una de las consecuencias positivas que ha tenido la crisis ha sido que los hombres han comenzado a introducirse más en estos aspectos.

¿Puede explicar este fenómeno?

La crisis ha sido fundamental para que se dieran cambios estructurales. Sabemos que afectó mucho más a los varones que a las mujeres, y muchas familias comenzaron a sustentarse gracias al trabajo de ellas. Este hecho ha hecho que poco a poco se haya creado una nueva imagen del hombre en la familia y ahora participe más en todos estos aspectos. Pero insisto, avanzamos poco a poco.

Hay pequeños avances pero la natalidad sigue cayendo...

Siempre digo que los hermanos están en peligro de extinción y es real. Los datos constatan que se tienen menos hijos pero es porque se desea tener menos, que es mucho más alarmante.

¿Por qué ocurre esto?

Seguimos considerando a los hijos una cuestión privada y no pública, como sí ocurre en los países donde el descenso de la natalidad no es tan fuerte. Los hijos son responsabilidad de los padres y no de la sociedad, y eso de constata con número. Cuando les preguntas a los españoles por qué no tienen hijos el 91% contesta que es por razones económicas y solo un 28% lo relaciona con la inexistencia de ayudas públicas.

¿Por qué hay españoles que siguen teniendo hijos?

El 92% reconoce que lo hace por un aspecto emocional, es decir: quieren vivir la experiencia de ser padres. El problema es que el 65% admite que los tiene para tener ayuda en su vejez, lo que es complicado porque cada vez se tienen menos hijos y existe una tendencia más individualista. En la actualidad tener hijos no te da prestigio social. Te lo da tener un coche, una casa grande pero no se valora de manera positiva tener descendencia.

Hombre y mujer, ¿les supone lo mismo tener un hijo?

Para nada. El 82% de las mujeres aseguran ser las encargadas del cuidado del hijo y el 77% de los hombre lo corroboran. A los hombres les afecta muy poco. Las que tienen que pedir bajas, permisos y siguen perjudicando en su trabajo continúan siendo las mujeres. Por ello, los hijos se convierten en una cuestión secundaria o terciaria en su vida. Este tipo de hechos nos tiene que hacer recapacitar sobre la necesidad que hay de políticas familiares, sobre todo para crear igualdad. Además, las mujeres tienen mayor tasa de éxito universitario, más potencial y no nos podemos permitir que renuncien a su carrera por tener hijos.

¿Considera efectiva alguna medida impuesta en España?

En nuestro país tenemos algunos fogonazos con los planes de apoyo la familia. Para crear políticas familiares hay que hacer un buen diagnóstico de la situación y ver que desde los jóvenes, empezando por las emancipaciones, la conciliación o los horarios de trabajo todo influye a la hora de querer tener hijos. Hay que pensar más medidas. Se trata de que exista una cultura y una diversidad de servicios para que la gente pueda elegir sin que se imponga nada.

Respecto al futuro, ¿optimista o pesimista?

Soy optimista. Aparecerán políticas familiares porque son la única solución. Además, uno de los aspectos que me invitan a serlo es que los partidos políticos ya no ven este tipo de medidas como si fueran conservadoras. Las políticas familiares las deben, y pueden hacerlas, tanto los de izquierda como los de derechas. La cuestión es debatir y reivindicar ayudas para las familias.