El experto en buenas prácticas y director de la empresa BMC, Manuel Martínez, ha afirmado que quien no recicla en casa no lo hace en el trabajo, bajo la consideración de que la ética empresarial es un concepto humanista, por lo que los individuos se comportan igual en ambas situaciones.

La actividad de la firma malagueña BMC se basa en la formación y puesta en práctica de la ética empresarial, de la que Martínez dice que siempre va a ir ligada a la ética personal, ya que el trabajador "lleva de serie" ciertos valores añadidos en su personalidad, lo que marca la diferencia con aspectos como la ayuda social a otros colectivos.

Martínez ha coordinado un libro publicado por el Foro de Empresas Socialmente Responsables de Málaga acerca de buenas prácticas, y ha dicho a Efe que pretende que sea un manual que sirva de ejemplo" para que el resto del tejido empresarial pueda implantarlas.

La idea de editar este ejemplar nace del intercambio de experiencias de las empresas pertenecientes al foro, quienes hablaban en las reuniones y encuentros de proyectos que llevaban a cabo, hasta que decidieron recopilarlos para elaborar una guía que sirviera como "escaparate" a otras entidades.

Cada empresa del foro ha colaborado con una o varias prácticas, ya que, para Martínez, de todas las que se muestran en el libro "se puede extrapolar algo", además de contar con una introducción en la que se ofrecen definiciones de conceptos como la responsabilidad social, normas como la ISO 26000 y temas como la Agenda 2030.

Manuel Martínez ha defendido que con este libro pretenden que aquellas compañías que empiezan a interesarse por la responsabilidad social pero no sepan aún qué enfoque darle, descubran que sus acciones son -o pueden ser con pequeñas modificaciones- buenas prácticas.

"El libro está enfocado a las empresas malagueñas, pero son ideas compatibles con cualquier negocio. Han contactado conmigo desde Cataluña diciéndome que les parecía muy interesante la guía, por lo que hemos comprobado que nuestro trabajo ha llegado fuera de la provincia", ha asegurado Martínez.

Acerca de posibles carencias que pueda tener la guía, ha señalado que falta representación de sectores como el sanitario, por la ambigüedad que puede causar el código deontológico de la profesión, que puede confundirse con acciones de responsabilidad social.

El agroalimentario es otro de los sectores que no se han visto representados, pero Martínez cree que hay prácticas como dar a colectivos alimentos excedentes de su cosecha que los agricultores interpretan como "algo normal", cuando es una labor social.

Entre las prácticas que más le han sorprendido, ha destacado la de "Fissa Málaga" -dedicada a ofrecer servicios integrales para empresas-, cuyos trabajadores aportan voluntariamente una cantidad fija entre uno y diez euros de su nómina para proyectos de construcción de una guardería y viviendas para disminuidos en la India.