El Ayuntamiento continúa esperando que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía presente la declaración responsable para la apertura de la mezquita funeraria de la calle Agua, que lleva ocho años cerrada al público por el enfrentamiento entre el Consistorio y el Ejecutivo andaluz por si este último debe o no presentar licencia de apertura.

Ciudadanos pidió recientemente la comparecencia de la edil de Cultura, Gemma del Corral, en la comisión de pleno de esta materia, en la que la concejala explicó que aún siguen esperando que el Ejecutivo andaluz presente la declaración responsable para poder abrir la mezquita al público, como se había planeado.

Ciudadanos, en su argumentación, explicaba que «en junio del año pasado, fue aprobada una iniciativa de Ciudadanos para la apertura de la mezquita funeraria de Yabal Faruh, en el número 22 de la calle Agua. Dieciocho meses después, no tenemos ningún avance, más allá de la habitual batalla institucional entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento».

Recalca la formación naranja que se trata de una de las mezquitas «funerarias más importantes de nuestro país. Su apertura no sólo tendría gran valor en los planos cultural y turístico, como queda de manifiesto en las respuestas que recientemente el equipo de gobierno, a preguntas de Málaga para la Gente, respuestas que prueban que, de nuevo, una batalla burocrática nos priva a los malagueños del disfrute de un monumento único».

Yabal Faruh son, en realidad, «dos mezquitas de existencia desconocida para gran parte de la población y en perfecto estado de conservación, por lo que no habría que esperar demasiado para su apertura. Hacerlas visitables encaja en la idea de este grupo, que subraya el inmenso potencial, mínimamente aprovechado, que tiene Málaga con su arqueología, fruto de la rica historia que las diferentes civilizaciones han ido tatuando sobre el terreno». Se le añaden al conjunto, añade la formación naranja, «un par de oratorios fúnebres, así como un mausoleo. Una de las cuestiones más llamativas, que diferencia estas mezquitas de las de rezo, es que no cuentan con puerta de acceso ni techo, puesto que el Islam marca no construir sobre tumbas».

En su día, argumenta Cs, «la Junta de Andalucía decidió que el conjunto, el más grande de España, se integraría en un conjunto de viviendas y, para ello, se realizó un cierre a finales de la década de los ochenta. En su momento, llegó a plantearse incluso una fecha de inauguración, fecha que no sólo no ha llegado, sino que tampoco se vislumbra en el horizonte».