Más de 16.000 mujeres se podrán beneficiar en unos días de la campaña anual del Programa para la detección precoz del cáncer de mama que se llevará a cabo en el Valle del Guadalhorce y en la que se realizarán a través de la unidad móvil que se desplazará por los diversos municipios un centenar de mamografías al día.

La campaña comienza el próximo día 8 y el objetivo de esta actividad, que organiza el Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce, es que las mujeres de entre 50 y 69 años se realicen cada dos años una mamografía. Una franja de edad en la que el riesgo de padecer un turmo en primeros estadios puede pasar desapercibido, según informó la Delegación de Salud en un comunicado.

Las mujeres que precisen de un estudio completo serán derivadas al Hospital del Valle del Guadalhorce para que sean valoradas dentro de la Unidad de Radiología con pruebas complementarias que llevarán a cabo expertos de la materia, sin necesidad de que la paciente se desplace a la capital.

La ruta inicial de esta unidad móvil contempla quedarse en Yunquera hasta el próximo 11 de enero y está previsto que cite a 380 mujeres. A continuación partirá hacia Alozaina donde permanecerá el resto del mes y citará a las mujeres de Tolox y Casarabonela. Una población diana que se mueve en las 800 mujeres, según la Consejería.

Una de las novedades que incopora este plan es que a partir del mes de noviembre la unidad móvil se desplazará al Distrito de Campanillas para ofrecer dicha prueba diagnóstica a esta población, un servicio que refuerza la atención que ofrecen las mujeres de la zona en el centro de salud de Puerta Blanca y que mejora la accesibilidad y captación de mujeres de riesgo.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por patología tumoral en la mujer en todos los países occidentales. La mamografía- una prueba diagnóstica rápida y prácticamente indolora- es la exploración indicada para diagnosticar tumores en estadios muy precoces, antes de que puedan palparse. Un diagnóstico fundamental para poder actuar en sus fases iniciales, aumentar la supervivencia y poder realizar tratamientos menos agresivos que permitan conservar la mama y mejorar la calidad de vida de las mujeres que lo padecen. Se estima que la detección precoz- cuando el tumor no está extendido ni evolucionado- eleva el porcentaje de curación hasta casi el 90 por ciento.