Antes yo entrevistaba a la gente; ahora ocurre lo contrario. De vez en cuando me entrevistan a mí porque soy un privilegiado en lo que respecta a la edad. Me preguntan cómo conseguía informaciones, cómo eludía la censura que miraba con lupa los textos por si se deslizaba algún tema tabú, cómo era la radio en los años que fui profesional del medio, qué personajes importantes entrevisté, cómo se retransmitía una película por la radio, por qué me concedieron el Premio Ondas…

Ahora, igual que los pintores un día deciden pintarse a sí mismos -grandes maestros se hicieron el autorretrato quizá para perpetuar su imagen-, yo he decidido hacerme una entrevista partiendo de una pregunta que nunca me hicieron: ¿Qué hechos o sucesos más importantes ocurrieron en Málaga durante su vida?

Abusando de que soy el único responsable de la duración o extensión de la respuesta, me contesto a mí mismo.Primero, el Turismo

-¿Qué destacaría de la Málaga que ha vivido durante tantos años?

-Repasando los sucesos de casi un siglo al que he asistido más o menos en vivo y en directo (usando un tópico al uso), el primer hito de la historia de Málaga a partir de 1927 fue el nacimiento, desarrollo e implantación de la principal fuente de riqueza de Málaga capital y provincia: el turismo.

He vivido la larga y provechosa historia del turismo que se inició con la llegada a finales del siglo XIX de los primeros turistas ingleses con Torremolinos como meta y que año tras año ha ido creciendo hasta el punto de ser la primera industria de la zona.

Rehúyo los datos estadísticos, las comparaciones, los aciertos, los errores, las crisis, las grandes inversiones, los abusos, el número de pernoctaciones, las llegadas y salidas de aviones… Todo eso lo dejo en las expertas manos de los que rigen y analizan lo que ha representado, representa y pueda suceder en el futuro. Para mí, repito, el turismo es el hecho más importante acaecido en Málaga desde que tengo uso de razón.El acceso por Las Pedrizas

-Después del turismo, ¿qué?

-El segundo hito de la historia contemporánea que yo he vivido, para mí, fue la construcción del nuevo acceso a Málaga por Las Pedrizas. El Nuevo Acceso, como todavía lo denominan muchos malagueños; acabó con el aislamiento de la ciudad con el resto de la península.

A Málaga solo se podía acceder por el Este (Almería) y por el Oeste (Cádiz). Para salir de Málaga al interior solo existía la carretera de los Montes con rampas y curvas constantes que dificultaban el acceso a la ciudad. La carretera existe todavía pero su utilización se limita a actividades muy concretas, como el acceso a zonas arboladas, excursiones, frecuentar las ventas y comunicarse con Colmenar, Riogordo, Alfarnate, Alfarnatejo y la conexión con otros núcleos de población.

El ingeniero de Caminos, Luis Ponce de León, que ocupaba la jefatura de Carreteras de Málaga, redactó el proyecto utilizando el trazado del Guadalmedina. Fue una obra magna con tres túneles, más de una veintena de viaductos, corrección del cauce del río…

La ejecución se hizo en tiempos de Silva Muñoz como ministro del ramo y la terminación e inauguración corrió a cargo de su sucesor, Gonzalo Fernández de la Mora. Se inauguró en julio de 1973. Un gran valedor de la obra fue el delegado de Obras Públicas, Nicolás Baranda, que se jugó el puesto porque sin autorización construyó lo cinco primeros kilómetros con cuatro carriles, dos a cada lado, cuando el proyecto aprobado solo contemplaba dos.

Años después, con un coste muy superior, todo el trayecto se amplió a los cuatro carriles actuales. Treinta y un kilómetros de carretera que propiciaron la salida y entrada a nuestra capital por Las Pedrizas.

La apertura del Nuevo Acceso fue la respuesta a la demanda de Málaga para salir su aislamiento geográfico.La Universidad

-¿Qué otro acontecimiento ha permitido el desarrollo de Málaga?

-Si importante fue el Nuevo Acceso, no menos trascendental para la ciudad, fue la creación de la Universidad. Málaga era la única ciudad europea que por el número de habitantes carecía de Universidad. Su creación al cincuenta por ciento se debe a una persona -el ministro de Educación, José Luis Villar Palasí- y Málaga, porque Málaga, a través de la Asociación de Amigos de la Universidad, de sus instituciones públicas y privadas, sobre todo el Ayuntamiento y la Diputación, presididos por Cayetano Utrera Ravassa y Francisco de la Torre Prados, respectivamente, se volcaron.

El dinero de los malagueños, representado por las corporaciones citadas, hizo posible la construcción de los primeros centros, la compra de terrenos en la zona de Teatinos, su urbanización y decidido apoyo para su puesta en marcha.

Lo que empezó tímidamente con el Colegio Universitario y la Facultad de Económicas, la de Ciencias en la Misericordia, la de Medicina en los sótanos del Hospital Civil… desembocó en esa realidad que es hoy una Universidad con más de cuarenta mil alumnos por curso y una larga lista de disciplinas a disposición de la juventud malagueña. A lo largo de los años de su existencia han salido de sus facultades diplomados, licenciados y doctores que enriquecen la ciudad y provincia con investigadores en todas las ramas del saber.

La creación coincidió en fechas con la apertura de la carretera de Las Pedrizas. Tercer eslabón del renacer de Málaga.

El tren de la Costa

-¿Y después de la Universidad?

-Algo que quedó a medias: el ferrocarril Málaga-Fuengirola. Una iniciativa de un malagueño casi olvidado: Jesús Santos Rein. Como director general de Transportes Terrestres y Ferrocarriles y Cercanías, puso en marcha un plan que ha quedado a medio camino.

A estas alturas, por el tiempo transcurrido, el tren debería haber llegado hasta Manilva. En los medios competentes -incompetentes en este caso- nadie tomó en serio una obra que, desde el punto de vista económico, es la más rentable de toda la red de RENFE, según leí alguna vez.

El ferrocarril permite el rápido desplazamiento a solo una parte la Costa del Sol Occidental. Tiene conexión con los polígonos industriales y sobre todo, con el aeropuerto, aparte Torremolinos, Benalmádena y Fuengirola. Se echa de menos al ministro Federico Silva Muñoz, uno de los artífices del proyecto. Sus múltiples sucesores no han tomado en serio la prolongación hasta el Campo de Gibraltar. Mijas, Marbella, Estepona, Casares y Manilva tendrían, por el tiempo transcurrido, que disfrutar de este medio de comunicación.El Parque Tecnológico

-¿Qué otro hito marca el lanzamiento de Málaga?

-Más que lanzamiento pienso que es la culminación de todo lo anterior. Me refiero a la creación y constante desarrollo del Parque Tecnológico. Fue una iniciativa del que fuera alcalde de la ciudad, Pedro Aparicio. Hoy más de seiscientas empresas, muchas de ellas relacionadas con las nuevas tecnologías, dan trabajo a más de dieciocho mil profesionales e investigadores que de forma lenta pero progresiva van situando Málaga en un privilegiado escenario internacional. Afortunadamente, como en los casos del Turismo y la Universidad sin olvidar las autovías, la actividad, el Parque Tecnológico va en aumento.

-¿Algo más? (Es la pregunta que casi siempre hacemos los periodistas cuando hacemos una entrevista)-

-Todo lo reseñado de forma sucinta ha permitido el crecimiento de Málaga hasta la situación de hoy.

Sin orden de preferencia, por ejemplo, destaco la llegada del AVE, la ampliación del aeropuerto con dos pistas y capacidad para la entrada y salida de aviones en elevado número, las obras del dique de Levante en el puerto de Málaga con dos estaciones marítimas y el acierto de incorporación a la ciudad a través de los de los Muelles 1 y 2; la recuperación del Teatro Cervantes y la conversión en teatro el antiguo cine Echegaray: la prolongación de la Alameda con la inclusión de los Jardines de la Aurora que estaban en peligro de desaparición; la construcción de los dos paseos marítimos y renovación de las playas desde la Malagueta a El Palo; la fundación del Festival de Cine Español (ahora cine en español), el Museo Picasso (con el antecedente de la Casa Natal del pintor), la peatonalización de la calle Larios y proceso en marcha para peatonalizar todo el centro de la ciudad, la promoción de nuevos museos (Málaga, Thyssen, Vidrio, Música, Rando, Contemporáneo, Automóviles, Revello, Ruso…), la compra de La Concepción, el pabellón deportivo Martín Carpena y otras instalaciones anejas; el Palacio de Congresos y ¿por qué no apuntarlo? el nuevo cementerio…

Dejo para fechas próximas la terminación del Metro (que no veré), el parque en el antiguo Campamento Benítez, el proyecto pendiente de aprobación de los terrenos de Repsol… y que no prospere el bodrio de la torre del puerto que sería una bofetada a la postal de la ciudad. Espero que Málaga impida su construcción.