Ecologistas y vecinos se han unido para volver a reclamar que los Baños del Carmen tengan protección medioambiental en forma de reserva ecológica, una figura jurídica que en la provincia de Málaga ya se aplica a las dunas de Marbella.

El Aula del Mar y la asociación de vecinos de Pedregalejo, que ya lanzaron la propuesta en el otoño de 2017, precisan en esta ocasión que el area de protección preservaría tanto la parte terrestre del Balneario como los fondos submarinos e incluiría desde la punta del Morlaco hasta los Astilleros Nereo.

«La asociación de vecinos vuelve a incidir en la protección de cinco elementos: los fondos marinos, el roquedal, la playa natural, las especies protegidas como el Limonium malacitanum, y el parque», resume Adolfo García, dirigente vecinal que también habla en nombre de la Federación vecinal Unidad.

Para Juan Jesús Martín, responsable del Aula del Mar, «lo verde y lo azul tiene que estar unido», y reflexiona sobre el olvido tan frecuente en Málaga de «lo azul», «cuando tenemos 180 kilómetros de costa». Por eso entiende que la protección de los Baños del Carmen debe ser un conjunto.

La riqueza submarina de los Baños del Carmen se forjó alrededor de los restos sumergidos del puerto temporal para transportar piedra a las obras de ampliación del puerto de Málaga, y que fue demolido en 1901.

Con respecto a estos fondos, señala que «prácticamente, los fondos marinos de nuestra costa son un desierto, pero aquí en los Baños del Carmen tenemos un oasis, porque debido al pedregal submarino se han creado microhábitats que lo dan la roca y la claridad de las aguas, lo que hace que se concentre vida».

«Joya del Mar de Alborán»

El biólogo marino detalla que en la misma orilla se pueden apreciar algas «verdes, rojas y marrones, los tres tipos de algas, que demuestran que aquí hay una gran diversidad y agua limpia» y comenta que en otras playas sólo hay algas verdes, «la lechuga de mar, que soporta más o menos la contaminación».

En relación a la vida submarina que puede encontrarse, Juan Jesús Martín califica el espacio de «joya del Mar de Alborán» y subraya que el roquedal submarino puede ser «un sitio para el buceo familiar, pues nada más meter la cabeza en la orilla se encontrarán con un jardín submarino con una gran variedad de peces: salmonetes, negritas, pavos reales, cangrejos, pulpos, caracolas e incluso corales de tipo gorgonia de varios colores».

Además, considera que al tratarse de un jardín submarino de pequeñas dimensiones, «es fácil de controlar y proteger».

Fue precisamente una alegación del Aula del Mar la que frenó el proyecto de reforma de los Baños del Carmen, que contemplaba la aportación de arena a la playa, algo que, entienden los ecologistas, habría acabado con los fondos marinos. Gracias a esta alegación, se está a la espera de un estudio de impacto ambiental más amplio, encargado por el Ministerio de Medio Ambiente a la Universidad de Cádiz.

«Aquí hay dos playas estables, más que naturales, que no desaparecen pese a los temporales de invierno. Ya tenemos muchas playas artificiales en el municipio de Málaga, vamos a proteger estas. Además, en un sitio tan frágil de concentración de vida el proceso de vertidos es mejor evitarlo», considera el biólogo marino, que precisa que otra cosa es que se hagan arrecifes, «que puedan a ayudar a esa concentración de vida y que puedan proteger el Balneario, porque queremos proteger el patrimonio cultural y el natural».

Adolfo García, por su parte, destaca que el propio proyecto recoge que la zona es un área importante para la conservación de las aves. Un motivo más, entienden vecinos y ecologistas, para oponerse a que un paseo marítimo atraviese la zona. Además, la asociación de vecinos y la asociación ecologistas Almijara reclamaron en este diario el pasado noviembre que se amplíe el área de presencia del Limonium malacitanum, una planta endémica de litoral en peligro de extinción.

Participación en las comisiones

De paso, estos veteranos colectivos reclaman formar parte de las dos comisiones que perfilarán el plan de reforma de los Baños del Carmen y que, estiman, debe contar con la participación del Aula del Mar y la asociación de vecinos de Pedregalejo, que conocen como pocos la historia, características y necesidades de este espacio. También consideran imprescindible que la asociación ecologista Almijara participe en las dos comisiones, por su conocimiento de la parte terrestre del Balneario.

«El Aula del Mar y Almijara son dos entidades de calado que llevan más de 30 años trabajando, cada una en una esfera de protección del Medio Ambiente», recuerda Adolfo García, mientras que el responsable de Aula del Mar pide que también participe la asociación de vecinos de Pedregalejo.