Málaga ha firmado en este pasado 2018 un nuevo ejercicio de reactivación de su mercado inmobiliario, que sigue dejando notables incrementos del precio de la vivienda, debido en buena parte a la gran demanda de grupos, sociedades de inversión o inversores particulares de fuera de la provincia (mucho de ellos extranjeros). Según explica el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) en su último informe sobre el sector, que recoge los datos a cierre de año, el valor del metro cuadrado construido ha subido en los últimos doce meses un 14,1% en la provincia (el precio es de 2.531 euros de media) y un 15% en la capital (2.882 euros). El OMAU, organismo dependiente del Ayuntamiento de Málaga, realiza su estudio a partir de visitas y encuestas a las promociones en comercialización.

«Durante 2018 se ha consolidado la recuperación del mercado, que a nivel de producción todavía está muy alejado de los niveles alcanzados en 2005-2008, pero cuyo nivel de precios global está cercano», explica. Los precios están un 9,5% y un 9,7% respectivamente por debajo de los máximos de finales de 2007, justo antes de que empezara la crisis, pero ya hay tres enclaves que los superan: por un lado, el Litoral Este de la capital (que los supera en un 19,2%) y el Centro (un 7,4%), y, por otro, Marbella (donde se rebasan aquellos valores en un 3,7%).

El aumento de precios en Málaga durante 2018 fue prácticamente el doble que en 2017 y algo superior al de 2016, aunque en los dos últimos trimestres se ha ralentizado, dejando abierta según el OMAU, «una posibilidad de un menor crecimiento en 2019, aunque la volatilidad de un sector todavía frágil, y dependiente del conjunto de una problemática economía europea hace difícil una evaluación razonable a medio plazo».

La consolidación inmobiliaria sigue centrada en Málaga capital (donde la subida interanual se sitúa en el 15% y el precio del metro alcanza los 2.882 euros)y en los principales municipios costeros, encabezados por Marbella (donde la subida interanual se sitúa en el 18% y el precio del metro alcanza los 3.437 euros de media, el más alto de la provincia).

Dentro de la capital malagueña, en el litoral Este los precios han subido casi un 19,8% en el último año y se sitúan en 4.763 euros, valor que la convierte en la zona más cara de la capital. La segunda zona más cara es el Centro, donde los valores suben un 19,6% para un precio que llega a los 4.392 euros de media. Otras zonas con valores significativos son el litoral Oeste (sube un 16,3% y se sitúa en 3.029 euros de media) y la Prolongación de la Alameda (alza del 5,1% y 3.190 euros).

En el litoral de la provincia, los mayores incrementos en 2018 se registran en Mijas (la subida es del 26,5% para una media de 2.522 euros), Estepona (19,1% y 2.209), Benalmádena (15,5% y 2.274), Manilva (11,9% y 1.915), Rincón de la Victoria (8,8% y 1.883 euros), Vélez Málaga (8,7% y 1.848 euros) y Torremolinos (8,5% y 2.294 euros).

Una «economía dual»

El organismo cree que todo este escenario refleja «una economía dual con una considerable ambivalencia», tanto por el hecho de que hay zonas de la ciudad y la provincia con los precios mucho más contenidos como por el hecho de que los valores máximos de las zonas prime, tan al alza por la demanda foránea, quedan fuera del alcance del comprador local.

«Su poder adquisitivo les posibilita acceder a una vivienda, de forma contraria a una parte importante de la población malagueña, que por sus bajos niveles de renta y precariedad laboral carecen de esa posibilidad», observa. El Observatorio opina que el hecho de que la provincia sea «un lugar atractivo para invertir, ahora que la vivienda es claramente un activo rentable a diferencia de los productos financieros, debe considerarse positivo y no se puede estigmatizar ese tipo de actuaciones».

Sin embargo, afirma que esto «no debe interferir con la nula política de impulso de la vivienda pública en sus diversas categorías que es prácticamente inexistente, y es la causa de que personas y familias, principalmente jóvenes, con rentas medias y bajas no puedan acceder a la vivienda en alquiler o en propiedad».

Y es que el OMAU constata además que la vivienda de protección oficial (VPO) sigue teniendo muy poco peso en el actual mercado. «La vivienda con financiación pública ha tenido en Málaga hasta hace poco más de una década, en que la desidia y la falta de movilización de las administraciones públicas han provocado un desamparo en una gran parte de la población que tienen teóricamente el derecho a una vivienda, como señala la Constitución de la que ahora se cumplen 40 años», sostiene.