El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, recibió ayer en su despacho del Ayuntamiento a los miembros de la Plataforma 'Defendamos Nuestro Horizonte', que se opone frontalmente a la ejecución de un hotel de lujo de 150 metros de altura en el dique de Levante del puerto de la ciudad. El regidor, a preguntas de los periodistas, consideró que el principal inconveniente del proyecto de inversores cataríes es «que no tenga consenso», aunque De la Torre insistió en que es bueno reflexionar.

«Hemos estado hablando, he oído las argumentaciones, las razones digamos para reflexionar sobre este proyecto importante e interesante, que tiene su entidad desde el punto de vista físico y económico, también; hemos quedado en seguir hablando, lógicamente habrá que profundizar sobre los diversos aspectos del proyecto, su viabilidad, no tengo duda sobre ella, pero sí había algunas dudas por parte de los que forman este colectivo en cuanto a esa viabilidad desde el punto de vista hostelero y del canon que tienen que pagar al Puerto», dijo.

Eso sí, el alcalde precisó que esas reflexiones ya están hechas por parte del Ayuntamiento, aunque siempre «es bueno consensuar al máximo, reflexionar, sigo viendo más ventajas que inconvenientes». En relación al impacto del hotel, el alcalde señaló que a él le causó más impresión el muelle 9, «la ocupación de lámina de agua de la bahía, que lo que pueda ser en su momento esa edificación vertical; bien es verdad que no está hecha todavía, se pueden imaginar cómo es, es verdad que está ahí la Farola, en un diálogo con proporciones distintas, más hacia tierra; el skyline lo que queremos que sea para bien».

De la Torre destacó que el proyecto tiene aún muchos trámites que superar, dado que se encuentra ahora en el seno de la Gerencia Municipal de Urbanismo tras aportar el Puerto de Málaga los documentos que faltaban, quedan también los mecanismos de exposición al público y la opinión final del Consejo de Ministros. «Lógicamente, en ese proceso siempre hay tiempo para la reflexión y tratar de alcanzar el consenso». Uno de los miembros de la plataforma, precisó el alcalde, destacó que un edificio de gran altura en Torremolinos tuvo problemas con el Aeropuerto, a lo que él opuso que la Gerencia de Urbanismo y el Puerto han tenido contactos para evitar precisamente ese problema. «De todas formas, pediré más información», dijo.

Juan Antonio Triviño, uno de los representantes de la plataforma, fue contundente: «No queremos ese edificio en ese sitio», para quejarse de que el regidor ha tardado dos años en recibirles. «No entramos en el debate rascacielos sí o rascacielos no». «Es un proyecto político, un proyecto de ciudad, y él ha reconocido que no hay consenso ciudadano, como queda reflejado en nuestro colectivo, que agrupa a más de treinta organizaciones», dijo.

Consulta ciudadana

Triviño también hizo hincapié en los posibles problemas a los que puede enfrentarse la construcción, sobre todo de cimentación, y recordó la situación que se dio en el muelle 9 -con un procedimiento judicial en marcha-. Además, destacó las dudas sobre la solvencia económica del proyecto, y más en una concesión por medio siglo, aspectos sobre los que habría llamado la atención, en su opinión, la Gerencia Municipal de Urbanismo. «Todo ello hace que tengamos muchas dudas sobre el proyecto y que podamos estar ante el segundo Algarrobico».

Recordó el peligro de que la Farola quede ensombrecida por el hotel y puso varios ejemplos sobre los avatares judiciales que ya afectan a diversos documentos administrativos de la Torre del Puerto. «Esa edificación produce un impacto», destacó. «Le hemos pedido al regidor que no pase a la historia como el alcalde de la Torre», agregó.

Por todo ello, pidió al regidor en la reunión una consulta ciudadana y, si los tiempos políticos no son los mejores por la cercanía de las municipales, que cada partido lleve claramente en su programa si apoya o no la Torre del Puerto, para que se debata sobre esta iniciativa. Mientras tanto, solicitaron, esperan que el Ayuntamiento paralice el trámite administrativo.