El juzgado de lo Penal número 10 de Málaga tiene previsto comenzar este miércoles el juicio a un agente de la Guardia Civil, acusado por el accidente en el que murieron tres personas y varias resultaron heridas, ocurrido a finales de junio de 2017 en la A-7, a la altura de la localidad malagueña de Torremolinos.

La vista oral iba a celebrarse el pasado mes de diciembre, pero la defensa del acusado pidió que compareciera un testigo nuevo relacionado con la cadena de custodia de los vehículos implicados en el siniestro, lo que fue aceptado por el juez que suspendió el juicio.

El siniestro tuvo lugar en concreto el día 28 de junio de dicho año y fallecieron un hombre y una mujer de Bahrein y otra mujer de Kuwait, con vínculos familiares; mientras resultaron heridas otras nueve personas.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular, en representación de las familias de las víctimas, acusan al agente de 14 delitos, que son tres de homicidio y nueve de lesiones --todos estos por imprudencia grave--; y dos contra la seguridad vial. No obstante, mientras el fiscal pide cuatro años de prisión, la acusación particular solicita que se le impongan cinco años de cárcel.

En las conclusiones provisionales de las acusaciones, a las que tuvo acceso Europa Press, se señala que el guardia civil «había ingerido previamente bebidas alcohólicas mezcladas con el consumo de cocaína» y otra sustancia, «lo que afectó a sus facultades psicofísicas para la conducción y el control del vehículo», actuando «sin la cautela más elemental».

Asimismo, en dichos escritos se indica que transitaba a una velocidad «superior a la permitida», ya que supuestamente iba a 149 kilómetros por hora, siendo la específica de 100 kilómetros por hora; y que en un momento determinado, perdió el control del coche e invadió el otro carril, produciendo el accidente.

La acusación particular destaca la «gravedad» de los hechos y el «desprecio hacia la vida e integridad de los demás usuarios de la vía» y sostiene que la conducción se realizó «con la inobservancia de la diligencia más indispensable y cautela más elemental exigibles, realizando diversos cambios de carril para adelantar».