Trabajadores, prejubilados y jubilados malagueños de la compañía Endesa (cuyo principal propietario es la firma italiana Enel) protagonizaron ayer una concentración para protestar por la decisión de la empresa de dejar desaparecer el actual convenio colectivo a nivel nacional, que venció el 31 de diciembre de 2017, después de que el grupo no haya logrado en su negociación con los sindicatos un acuerdo de renovación a lo largo de todo 2018. La ley establece un año máximo como periodo de ultractividad de un convenio expirado, y ahora la intención de Endesa es contractualizar las condiciones de convenio de forma individual para cada trabajador.

La consecuencia inmediata, de entrada, es que Endesa quiere retirar a los jubilados ciertos beneficios sociales de los que siempre han disfrutado y dejarlos sólo para los trabajadores activos y para prejubilados que todavía no hayan alcanzado la jubilación.

Los sindicatos, por su parte, denuncian que la empresa ha bloqueado durante estos meses la renovación del convenio manteniendo una posición «dura» y exigiendo unas condiciones «inasumibles». El secretario general de la sección CCOO en Endesa en la provincia de Málaga, Antonio Paneque, explicó a este periódico que la intención es presentar una demanda judicial colectiva contra la decisión de la empresa. La plantilla en España es de 8.850 trabajadores (212 en Málaga). En cuanto a la cifra de pasivos, algunas fuentes estiman que puede haber más de 25.000 jubilados y prejubilados (unos 800 en Málaga).

El principal obstáculo para la negociación ha sido la denominada «tarifa de empleado», un descuento en el pago de la luz que tienen en sus hogares los trabajadores y jubilados de la compañía reciben como pago en especie. Endesa quiere ahora, de entrada, eliminar este beneficio social para su personal pasivo y, de hecho, ya está enviando cartas a los jubilados para comunicarles que les concede hasta junio antes de pasar a cobrarles una tarifa normal (durante este tiempo pueden optar por buscar una oferta de otra compañía o reacondicionar energéticamente su hogar para minimizar la subida de la factura). Sin embargo, fuentes del colectivo de jubilados de Endesa (que se han unido en una plataforma) recordaron ayer que muchos de ellos salieron de la empresa en los ERE de los años 1998 y 2000, en cuyas condiciones estaba pactado por escrito que mantendrían estos beneficios.

La protesta de Málaga se realizó a las puertas de la sede central de Endesa en la provincia, situada en la calle Maestranza, y contó con la asistencia de unas 200 personas entre trabajadores y jubilados. A la misma hora se produjeron concentraciones similares en otras provincias andaluzas, mientras que en el resto de España se celebrarán en días venideros. La idea es repetir las concentraciones todas las semanas (en el caso de Málaga, los lunes).