­­La cadena de distribución valenciana Mercadona, presidida por Juan Roig, repitió en 2017 como primera empresa del escalafón nacional en cuanto a ventas, un puesto que ya conquistó en 2015 y 2016, según los datos facilitados por Infocif. Con 21.072 millones de euros, Mercadona supera a Repsol Petróleo, que también figura de nuevo como segunda de la lista, en este caso con 19.651 millones. El tercer lugar corresponde a Cepsa, con 16.159 millones. A continuación, y completando los diez primeros puestos, aparecen Repsol Comercial (14.149), Cepsa Trading (13.517), Endesa Energía (12.622), El Corte Inglés (11.732), Inditex (10.481), Ford España (8.922) y la Sociedad Estatal de Loterías (8.860). En los casos de Ford y Loterías el dato es todavía de 2016. La banca, el sector energético, la automoción y algún representante del sector de la distribución o de las telecomunicaciones dominan las primeras posiciones del ranking español, con nombres como Gas Natural-Naturgy, BBVA, Santander, Carrefour, Iberdrola, Petróleos del Norte, CaixaBank, Orange, Peugeot o Mercedes Benz.

De la clasificación de Infocif se desprende que la primera empresa malagueña en facturación, la cooperativa agroalimentaria Dcoop (con sus 1.080 millones de euros), se situaría en el puesto 156, un poco más adelante que en otras ocasiones (donde rondaba el puesto 160), mientras que la segunda, Pernod Ricard España (384,6) estaría en la 449, mejorando en 10 posiciones su lugar de un año a otro.

Esta situación ratifica que, pese al dinamismo del empresariado malagueño, se necesitan proyectos de mayor dimensión, como viene reclamando la propia Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Su presidente, Javier González de Lara, que también presiden la patronal andaluza CEA, ha manifestado en varias ocasiones que el objetivo debe ser aumentar el tamaño medio de la empresa malagueña y andaluza. Y es que, más allá del listado de firmas con mayor facturación, la realidad es que el tejido empresarial de la provincia está compuesto en un 97% por micropymes que no llegan a los diez trabajadores. Esa falta de dimensión dificulta a estas empresas tanto afrontar negocios de mayor calado y competir en mejores condiciones en un mercado cada vez más globalizado.