A constancia pocos ganan a José Moreno, vicepresidente de la asociación de vecinos de Pinosol. Este delineante jubilado recuerda como, «hace veinte años», envió al entonces concejal de Urbanismo, Francisco de la Torre, un croquis de un sueño que se hizo realidad en 2009: la prolongación de la calle Pinosol, para que el barrio tuviera una calle circular y dejara de ser un engorroso embudo de tráfico.

«Poco a poco vamos consiguiendo las cosas», sonríe. Y la sonrisa de José Moreno está justificada porque desde noviembre, explica, el Ayuntamiento está enfrascado en hacer realidad una de sus reivindicaciones, que la planteó por primera vez en La Opinión en 2010: la transformación de un descampado, resultante de las obras de prolongación de la calle, en un espacio para un gimnasio para mayores, un parque infantil y aparcamiento.

«Hasta ahora los coches aparcaban de cualquier manera», explica. Con las obras, se crea un espacio para aparcar en la calle Pinosol, aparte de en el nuevo espacio de aparcamiento.

De paso, cuenta José Moreno, se aprovechará el desnivel del terreno para prolongar una escalera que mejorará la comunicación entre Pinosol y Barcenillas.

Las obras forman parte del plan Más Barrios Más Málaga y tienen un presupuesto de 351.000 euros. «Calculo que le quedarán unos tres meses», estima Pepe Moreno, que está convencido de que este equipamiento será muy bueno para Pinosol y Barcenillas, «porque aquí no teníamos nada», por eso, al echar la vista atrás sólo puede decir: «Esto es una gran satisfacción, porque poquito a poquito estamos consiguiendo dejar Pinosol como un zarcillo».

A este respecto, el Ayuntamiento también está arreglando la parte trasera de dos bloques, los números 15 y 17 que lindaban con un paso terrizo atiborrado de matojos y con presencia de ratas. El propósito, explica José Moreno, es «sanear» una escalera de acceso a este pasaje y retirar la vegetación para hormigonar el piso.

Pero queda algún fleco que se resiste en el barrio, aunque el dirigente vecinal espera que se resuelva, precisamente, con esta obra. Se trata de unos cien metros de la calle Pinosol, «desde el bloque 23 al 34», que tiene el piso cuarteado. El tramo por asfaltar quedó pendiente hace diez años, a falta de 10.000 euros, durante las obras de prolongación de la calle.

«Me imagino que cuando terminen el descampado arreglarán esto, porque este tramo se asfalta en una noche», considera.

Dos años de espera

Lo que no ha conseguido la asociación de vecinos, y eso que lo lleva reclamando desde hace dos años, es que el Consistorio limpie un parterre muy inclinado y también con gran concentración de plantas y arbustos.

José Moreno también plantea otras peticiones como que en la calle Pinosol sólo se pueda conducir a un máximo de 30 km por hora y por último, el que los vecinos puedan disfrutar de la línea 36 de la EMT los domingos y festivos.

Pero todo llegará, cree el dirigente vecinal, siempre que no falte la tenacidad.