Ante la saturación que sufre el servicio de Urgencias del Hospital Regional, la falta de trabajadores, la llegada del invierno, y la sobrecarga que conlleva, enfermeros y auxiliares de Urgencias del centro hospitalario se han reunido para crear un plataforma y exigir cambios a la gerencia actual y a la próxima que llegue con el cambio de gobierno en la Junta. Unos cambios que el colectivo ve necesario que se produzcan lo antes posible ante la situación que describen que viven a diario y que acompañarán de medidas de presión a partir del lunes, día 21.

Las peticiones que el colectivo exige a la gerencia, tras reunirse ayer, son la apertura durante todo el año de la sala 3 de Observación con medios y personal suficiente, una plantilla adecuada a las necesidades actuales y que no les deriven más pacientes de otras áreas como Radiología intervencionista o vascular ante la falta de camas en otras zonas del hospital. Una plataforma que está a la espera de conformarse de manera oficial bajo el nombre «Plataforma de Urgencias Carlos Haya» en los próximos días, ya que el jueves se reúnen los facultativos para abordar su situación y estudian unirse todos los colectivos en esta plataforma.

Mientras tanto, el colectivo de enfermeros y auxiliares no va a esperar a que la gerencia mueva ficha en el asunto y el próximo lunes empiezan con una batería de medidas de presión que mantendrán durante 15 días y, en caso de no obtener respuesta por parte del hospital, se plantean ir a la huelga. Un paso más que darían respaldados por el sindicato CSIF, según informaron los propios trabajadores.

A partir del lunes, la plantilla actual de unos 70 enfermeros y medio centenar de auxiliares de enfermería que conforman las Urgencias del Hospital Regional tomará medidas como no cubrir las vacantes que surjan en dicha área y no movilizar a los pacientes sin que esté el personal adecuado para hacerlo. Una forma de demostrar la necesidad de ampliar el personal y que los trabajadores estiman en dos auxiliares y dos enfermeros más por cada turno que haya y descansos; unos 10 enfermeros más y ocho auxiliares, en total.

También dejarán de realizar de manera prioritaria aquellos procedimientos que requieran de un tiempo excesivo siempre que no pongan en peligro la vida del paciente. Por ejemplo, la canalización de vías centrales de acceso periférico. Una medida a la que unen que cuando se denomine un Código Ictus y se haya confirmado el diagnóstico, el enfermero vuelva a su puesto en Urgencias y se quede con ese paciente un compañero de Neurología. Hasta ahora, el protocolo dice que el enfermero de Observación de Urgencias debe estar en todo el proceso desde el momento en el que se activa un Código Ictus, un proceso que puede durar hasta dos horas, y que mientras tanto, los pacientes de Observación de Urgencias que estaban a cargo de ese enfermero los asumen sus otros dos compañeros. Una sobrecarga que se puede reducir en el tiempo si en el momento que se confirma el pronóstico el enfermero regresa a su puesto y con la persona afectada de ictus y el equipo de Neurología se queda un enfermero de dicha área.

Los médicos, por su parte, barajan la posibilidad de unirse ante el déficit de personal que sufren. Según explicaron los afectados, el plan funcional contempla 32 médicos en plantilla pero faltan seis. Una situación que no quieren cubrir con futuras guardias de más, sino con un incremento de la plantilla.