La provincia de Málaga vuelve a registrar datos positivos en la recuperación del sector inmobiliario. En 2018, se contabilizaron un total de 7.678 solicitudes para construir inmuebles en toda la región, lo que ha supuesto un incremento del 57% respecto a las 4.895 viviendas visadas de 2017, y un aumento del presupuesto que supera a los 890 millones de euros. Además, por primera vez desde la crisis este crecimiento de actividad se está notando en los pueblos de interior y en localidades pequeñas, aunque Málaga capital y los municipios costeros siguen siendo las zonas donde más se construye.

Según ha informado el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga, Francisco Sarabia, estos números marcan el mejor dato de los últimos diez años, ya que hay que remontarse a 2008 para encontrar una cifra similar (6.577 visados). Aun así, el número de viviendas que se plantean no consiguen superar la demanda real que existe en la provincia y que la entidad estima que se encuentra entre las 20.000 y 25.000 viviendas.

En este sentido, Sarabia ha vuelto a poner de relieve la falta de inversión en Viviendas de Protección Oficial (VPO) que existe "no solo en nuestra provincia, sino en toda la comunidad y a nivel nacional", y ha criticado la falta de interés de las Administraciones públicas por impulsar este tipo de proyectos. Asimismo, ha comunicado que la actividad en 2018 "ha sido prácticamente nula" en esta materia, ya que solo se tramitaron 302 VPO (unifamiliares y plurifamiliares), en dos proyectos, uno en Málaga capital -en la zona Martiricos- y otro en Vélez Málaga, que han supuesto una inversión de 21,6 millones de euros.

"A este ritmo harían falta 50 años para cubrir la demanda a razón de 300 viviendas al año", ha lamentado el decano, señalando que todas las operaciones inmobiliarias que se están realizando en la actualidad están dirigidas a las clases medias y altas, y falta por completar el hueco de demanda para las clases trabajadoras. "Queda mucho que hacer, está habiendo actividad pero necesitamos cubrir las demandas. Me refiero a aquellas viviendas dirigidas a parejas jóvenes que quieren construir un futuro, o una familia y no pueden porque las viviendas no tienen un precio razonable. En el centro de Málaga hay que olvidarse, pero es que en la periferia también. Hay que irse a los barrios más alejados de las zonas pobladas para tener la posibilidad".

Ante estas premisas, el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, ha hecho un llamamiento al nuevo Gobierno andaluz, y ha recordado que para revertir esta situación hay que crear medidas para incentivar a los promotores privados a invertir en viviendas de este tipo. "Si este tipo de vivienda no cuenta con ayudas públicas o apoyo, el promotor privado no las va a iniciar. Tiene que ver que el trabajo está recompensado y que existen alicientes para acogerse a este régimen, porque si no las vende a precio libre".