Las negociaciones entre el Ayuntamiento y los vecinos por el Peri del barrio de autoconstrucción de Monte Dorado, para su urbanización y dotación de servicios se encuentran en la última fase, después de 30 años de espera.

«De los planes de reforma que hay en Málaga, el que más adelantado está es Monte Dorado», señala Luis García, vicepresidente de la asociación de vecinos de Monte Dorado.

Hasta la fecha, aunque los porcentajes no están todavía cerrados y es posible que cambien, los vecinos pagarían el 60% de los 3,4 millones a los que ascendería la urbanización de este barrio de Ciudad Jardín, y el Ayuntamiento la cantidad restante.

Se da la circunstancia además de que el Consistorio es el mayor propietario del barrio, puesto que en enero de 1987, la propietaria de los terrenos cedió 17 parcelas al Ayuntamiento, que suman 72.000 metros cuadrados, para la regularización del barrio.

Más de tres décadas más tarde, el tercer peri o plan especial de reforma que se intenta hacer en Monte Dorado está más cerca de desarrollarse.

Como esta semana explicó el concejal de Ciudad Jardín, José del Río, «el Ayuntamiento va a hacer un gran esfuerzo económico para finalizar el peri, con números que a los titulares de las parcelas les van a resultar bastante asequibles y al mismo tiempo se va a buscar la fórmula de pago en cinco años, con posibilidad de nuevas negociaciones al quinto año, si las personas no le han podido hacer frente».

El concejal precisó que el Ayuntamiento también pagará su parte como propietario de varias parcelas, pero detalló que sólo «las parcelas urbanizables, porque las de equipamientos y zonas verdes no entran en el cómputo».

También advirtió de que el hecho de que el Consistorio participe como un propietario más, «no mermará» las cuotas del resto de propietarios. «Si por ejemplo hay 79 propietarios habrá 80 porque el Ayuntamiento, como propietario, va a pagar».

Los vecinos propietarios, por su parte, tratan de conseguir una rebaja de los porcentajes, porque como dejaron claro en las alegaciones presentadas en febrero del año pasado, por la situación socioeconómica de muchas familias les resulta muy difícil o imposible cumplir con los pagos.

Además, recuerdan que llevan 30 años contribuyendo a pagar las infraestructuras básicas, «sin que ese hecho se haya tenido en cuenta a la hora de disminuir los costes de la urbanización», señalan en las alegaciones.

En todo caso, Rafael Martín, presidente vecinal, también recordó que en el comienzo, los vecinos iban a pagar el 90 por ciento y el Ayuntamiento solo el 10.

Los vecinos tampoco están conformes con algunas actuaciones previstas en el peri, como la reurbanización de la calle Distinción, que el Ayuntamiento urbanizó hace alrededor de un lustro y que consideran un gasto absurdo de dinero, ni ven con buenos ojos la futura comunicación con Mangas Verdes a través de esta calle, previo derribo de una vivienda.

Para Miguel Campos, vecino de Monte Dorado, la venta por el Ayuntamiento de las parcelas que tiene en el barrio rebajaría o incluso costearía toda la urbanización.

De cualquier forma, y como señalaron en las alegaciones de febrero, los vecinos quieren «que se atiendan las deficiencias urbanísticas y de servicios que sean reales, sin proceder a renovar infraestructuras que estén en funcionamiento y en buenas condiciones».

Las conversaciones continúan con el objetivo de poner fin a 30 años en el limbo urbanístico.