El sector del taxi ha vuelto a las calles en modo de protesta contra la proliferación de licencias VTC, que son las que permiten operar a empresas como Uber y Cabify. En Madrid y Barcelona hay previstas acciones y movilizaciones a lo largo de mañana y el lunes para pedir más regularización en el sector. Unas accione que no serán secundadas, por el momento, por los profesionales malagueños. Una decisión que se encuadra no por estar en desacuerdo, todo lo contrario, sino por el actual contexto político a nivel regional, estando la Junta de Andalucía en medio de un traspaso de poderes.

De esta manera, los taxistas malagueños quieren esperar a que se forme el nuevo Gobierno de Juanma Moreno, que tomó posesión de su cargo este viernes, y que nombrará a sus consejeros mañana. En el caso de los taxistas, el interés está puesto en quién estará al frente de la Consejería de Fomento, que es la encargada de regularizar al sector y tratar con las diferentes asociaciones. Mientras que se ha vuelto a desatar el conflicto en otras ciudades, a los taxistas malagueños, al igual que al resto de sus compañeros andaluces, les falta un interlocutor directo.

Los conductores de la provincia sí están en total sintonía con sus compañeros que sí están saliendo a las calles en el resto de ciudades del país. En un comunicado emitido por el Grupo de Movilización de la Costa del Sol, se subraya que «nuestros compañeros de Barcelona y Madrid cuentan con nuestro total apoyo». Por otra parte, se hace mención a la actual situación explicada anteriormente: «Los tiempos políticos hacen que tengamos que tener algo más de paciencia para iniciar nuestro recorrido. Ni siquiera tenemos un consejero de Fomento al que dirigirnos».

En todo caso, el comunicado deja claro que más pronto que tarde, el sector del taxi también se movilizará en Málaga: «La situación en Andalucía también merece que demos un golpe sobre la mesa ante el constante acoso y competencia desleal de las VTC». El comunicado finaliza haciendo mención a que habrá «sucesivos acontecimientos». El nuevo conejero de Fomento tendrá, así, su primera patata caliente.