El teletrabajo, un sistema que se implanta progresivamente en las empresas españolas, reducirá las emisiones de CO2 de los empleados, ya que estos podrán realizar sus funciones de forma telemática, y así disminuir los desplazamientos hasta la sede de la entidad en vehículos.

La responsable de Recursos Humanos de la empresa malagueña Arelance, Beatriz García, aseguró que gracias a esta iniciativa, muchos empleados de esta compañía de asesoría tecnológica podrán trabajar desde casa

El difícil acceso hasta la sede de esta empresa en Málaga, situada en el Parque Tecnológico (PTA), supone una traba para los empleados, que con la implantación del teletrabajo podrían ahorrar tiempo perdido en los desplazamientos, lo que además supondría un beneficio medioambiental.

Por ello, desde 2018 esta corporación ha empezado a poner en práctica (a modo de prueba) este sistema, analizando la forma de que en cada departamento haya rotaciones y que no todos los integrantes del mismo coincidan en el día que teletrabajen, según afirmó.

La comunicación entre el personal es fundamental, según destacó, ya que es necesario organizarse para que aquellas tareas que puedan realizarse en la oficina se hagan presencialmente, y las que no requieran estar físicamente, sean las que se hagan desde casa, y así el ritmo de los proyectos no se vea afectado.

A pesar de la apuesta por este método de trabajo, García añadió que es complicado extrapolarlo a todos los puestos, ya que hay ciertos cargos que requieren la presencia en la propia empresa o junto a los clientes, como es el caso del personal de recepción o las citas con clientes.