El tercer lunes de enero, es considerado como el día más triste del año o también más conocido como 'Blue Monday'. Este hecho fue puesto sobre la mesa por el psicólogo británico de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnall, y del que dependen variables como el tiempo, el estado económico del momento o las motivaciones y descontentos que la persona tenga en su vida.

Arnall ingenió una fórmula matemática, la cual se reduce a 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA. A pesar de parecer complicada de entender, el psicólogo la desarrolló haciendo referencia C al factor climático en el que el mal tiempo es el protagonista en este mes, D serían las deudas adquiridas durante todo este primer periodo y la famosa cuesta de enero. La I representaría a ese intento fallido de dejar los malos hábitos que formaban parte de esos buenos propósitos de año nuevo; y la M y la NA, aportan la parte positiva a la ecuación, que son las motivaciones y la necesidad de actuar para mejorar los hábitos de vida.

El resultado de todas estas variables dio lugar, a pesar de no tener base científica, a decidir que el tercer sábado de enero se considere, el ya mundialmente conocido Blue Monday y el cual, en este 2019 se sitúa en el 21 de enero. A pesar de conocerse como un día triste, todo depende de cómo sea asumido.

No hace falta que llegue este día para tener una mala racha, por ello es importante combatir esas pequeña decaídas y bajadas de ánimo, y sobre todo la tristeza. Para ello, Ana Claudia Alda, psicóloga clínica del grupo malagueño de psicólogos 'PsicoAbreu', aclara que "la tristeza es una de las emociones que el ser humano puede experimentar. Y que si cada vez que nos encontremos triste nos vamos a frustrar o dejarlo todo hasta no sentirnos así, entonces nuestra vida no la vamos a gestionar nosotros, sino nuestras emociones".

Frente a esas situaciones contradictorias sentimentalmente a las que se puede enfrentar una persona, es importante asumir que este famoso sentimiento, aunque sea conocido como una emoción negativa, no lo es y que realmente solo es algo desagradable.

Alda destaca la importancia de enfrentarse a esa tristeza y no dejar que controle el día a día de la persona, para usarla así como una herramienta de reflexión y refuerzo de las experiencias vitales. "Es importante parar y pensar por qué estoy triste e identificar cuál ha sido el motivo para experimentar esa emoción, y si no la identifico, saber qué necesito en ese momento. Cuando conseguimos aceptar esa emoción, es el momento de utilizarla a nuestro favor", aconseja.

"La tristeza no debe guiar la vida, lo más importante es seguir con ella y con los objetivos que teníamos marcados. Si no lo hacemos, al final de día nos sentiremos mal y además, nos reprocharemos el no haber podido hacer todas las cosas que en un principio queríamos. Por ello es importante, seguir caminando para que tengamos la sensación de que a pesar de no ser de los mejores días, hemos conseguido hacer lo que para nosotros era importante", recomienda Alda.

Estos son algunos de los muchos consejos y pautas que Ana Claudia Alba, como psicóloga recomienda y que son perfectos para aplicar en este Blue Monday y todos los días del año:

  • Ser conscientes de que los pensamientos son los que hacen sentirse feliz o desgraciado, no las circunstancias. A ello se le une, saber disfrutar de las cosas y no infravalorar ni los momentos vividos ni la realidad
  • Ser menos crítico con uno mismo. Es importante que la persona se acepte tal y como es, sin autoexigir demasiado, ya que presión suele ir de la mano de la tristeza y la frustración.
  • Rescatar hobbies. "Realizar actividades con las que normalmente disfrutamos como por ejemplo, leer, escuchar música, teatro, etc. mejorarán nuestro estado de ánimo en momentos de tristeza, ya que lo compensaremos con otras sensaciones", aconseja Ana ...
  • No olvidar que es la propia persona la que controla su vida. Ser responsable de ese control, así como de los sentimientos que se sumergen en él hará ganar en satisfacción realización y autoestima.
  • Fomentar o buscar más contacto social. "Cuando nos relacionamos con las personas que nos rodean tenemos la oportunidad de expresar lo que sentimos y que nos escuchen. Esta última, supone una buena estrategia de regulación emocional, ya que se experimentan sentimientos positivos y tranquilizadores cuando se comparten emociones", afirma la especialista.
  • Asumir que ante algún fracaso, estos son inevitables. Se pueden utilizar como una herramienta de mejora vital con los que aprender a desarrollarse y continuar avanzando en el camino o lucha elegida.
  • Realizar ejercicio físico o cualquier tipo de deporte, ya que tras practicarlo el cuerpo experimenta una sensación de realización y satisfacción provocada por las endorfinas, dopamina y serotonina, también conocidas 'hormonas de la felicidad'.
  • Establecer metas realistas. La tristeza aparece en situaciones de pérdidas y en el caso de no lograr los objetivos propuestos se convierten en una perdida futura. La psicóloga señala que "ese sentimiento es normal, pero debemos utilizarlo para reflexionar y darnos cuenta que tal vez esa meta es demasiado alta o exigente para comenzar" recomendando la necesidad que comenzar progresivamente en esta lucha. "No es lo mismo pasar de fumar dos cajetillas de tabaco diarias a ninguna, que comenzar desde una o varios cigarrillos hasta llegar al punto deseado. ¡Y eso no es una mala noticia!".