­Salir al extranjero es una opción cada vez más interesante para los jóvenes titulados universitarios malagueños. En una provincia en la que el paro juvenil afecta al 7,70% de los menores de 25 años (según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Trabajo correspondientes al mes de diciembre), y donde la formación tampoco es garantía para encontrar un puesto de trabajo cualificado, ya que, en muchas ocasiones, las empresas no saben o no pueden aprovechar ese talento, hacer las maletas y emigrar es, a veces, la única alternativa. Próspera en cualquier caso, porque según la Universidad de Málaga, ganan más y encuentran trabajo antes.

Así se incluye en el último estudio de inserción laboral de la UMA, correspondiente a los alumnos que culminaron sus estudios en el curso 2013/2014. El informe señala que ese año terminaron la carrera un total de 5.564 estudiantes de grado. De ellos, la gran mayoría aún reside en Málaga, en concreto, el 67,8% de los egresados. Y de los que viven fuera, casi el 7% lo hace en el extranjero, es decir, unos 389 malagueños (un 1,5% más que el año anterior). La mayoría de los que residen fuera lo hacen dentro del espacio comunitario.

El 82,02% de los egresados de grado que reside en la actualidad fuera de España se encuentra trabajando, principalmente en el sector privado. Mientras que el 47,95% de los que están trabajando está desempeñando sus tareas en grandes empresas y se consideran adecuadamente cualificados para realizarlas (el 50,68% cree estarlo).

Este 82% supone diez puntos más de empleabilidad que los que se quedan en Málaga. Antes de finalizar los estudios de grado, el 21,57% de los encuestados (el 25% de todos los egresados, lo que ha permitido a la UMA elaborar este estudio) estaban ya trabajando y el resto tardó una media de 13 meses en encontrar empleo.

Por su parte, el salario medio de los egresados que residen fuera es de 1.881,29 euros, 541,20 euros por encima de la media general, según precisa el estudio sobre inserción laboral de la UMA. Los trabajadores encuestados están realizando principalmente jornadas a tiempo completo y su salario medio asciende a 1.340,09 euros, similar al observado durante el año anterior que ascendía a 1.303,61euros.

Solo un 5,62% de los titulados malagueños que decidieron emigrar están desocupados y otro 12,36% están completando su formación. De los que están estudiando, el 35,71% se encuentra realizando un doctorado y el 21,43% están estudiando idiomas. El resto de estudiantes se encuentra realizando diversos estudios de máster, oposiciones y formación complementaria.

De los ocupados, el 75,34% están trabajando en el sector privado, mientras que el 19,18% lo hacen en el sector público. Casi un 6% es emprendedor y ha iniciado una aventura empresarial, trabajando por cuenta propia, aunque solo el 1,37% tiene empleados a su cargo.

La mitad considera que ocupa un puesto de trabajo acorde a su formación académica. Sin embargo, el 35% estima que padece sobrecualificación profesional (es decir, tiene un empleo inferior a sus posibilidades y talento; mientras que el 13,7% se siente infracualificado.

La duración de los contratos de trabajo de los que se han quedado ha sido de más de un año para el 51,14% de los que han trabajado alguna vez o están trabajando actualmente. El 28,85% son contratos de más de dos años. En cuanto a la situación laboral, el 72,43% de los graduados encuestados se encuentra actualmente trabajando, principalmente en el sector privado. El porcentaje de emprendedores disminuye ligeramente con respecto al observado en la promoción anterior, un 7,14% del total se han constituido por cuenta propia frente al 8,80% del año anterior. El porcentaje de desocupados (16,93%) desciende cinco puntos con respecto al año anterior (21,92%).

En estos casos, el 60,45% consideran que su formación se adecua a las exigencias de su trabajo, y cree estar adecuadamente cualificado para desempeñarlo (algo más que lo que ocurre con sus compañeros que se fueron al extranjero) y el 28,60% dice que está sobrecualificado.