Como la torre de Pisa, la inclinación de uno de los monumentos más valioso de Málaga resulta cada día más evidente. El terreno donde se asienta el Asilo de los Ángeles está cediendo y el antiguo convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles, que allí planta sus reales desde hace cinco siglos, sufre las consecuencias.

«Mira cómo está de inclinado el patio, está venciéndose por el agua del arroyo de los Ángeles», señala Luis Plaza. El presidente del patronato benéfico y exdiputado provincial de UCD señala las columnas del viejo claustro, en las que se aprecia una clara inclinación a la izquierda, si se toma de referencia la puerta del fondo. Las losetas del patio también se quebraron, aunque han sido repuestas, comenta.

En la hermosa iglesia, la inclinación del altar mayor también se aprecia, mientras las paredes exhiben largas grietas y un agujero de gran tamaño. Y en las alturas, en la esplendorosa cúpula semiesférica con pechinas, la humedad se ha cebado con la fastuosa decoración barroca; en especial con los retratos de los papas de la orden franciscana.

También termitas

Para rizar el rizo, han localizado un nido de termitas. «Está dentro del convento pero todavía no ha llegado a la capilla».

Para Luis Plaza, la situación es «muy urgente», por eso ha dado la voz de alarma y el patronato ha encargado un informe a un estudio de arquitectos que ya ha remitido al Ayuntamiento de Málaga.

«El informe lo tienen el alcalde, la concejala Elisa Pérez de Siles y los servicios de Urbanismo, de hecho el Ayuntamiento ya ha mandado técnicos y han concluido que nuestro informe se queda pequeño. Para los técnicos municipales la situación es incluso peor», explica.

A este respecto Luis Plaza recuerda que, en el pasado, el patronato dio permiso a una persona para echar escombros en la zona, con la condición de compactar la tierra con una apisonadora. Eso es ahora mismo lo que está sujetando el asilo».

El presidente del patronato está convencido de que el asilo volverá a contar con la ayuda del alcalde, Francisco de la Torre, que fue, recuerda, la persona que hizo posible que tanto el Ayuntamiento como la Junta y la administración central pusieran dinero para finalizar el nuevo pabellón para los ancianos, inaugurado en 2007.

Con respecto a la solución técnica, informa de que el Consistorio está barajando cimentar el convento con pilotes. «La obra es costosa», reconoce Luis Plaza, pero cree que se puede ir haciendo por fases.

La máxima aspiración del presidente del patronato, al que está unido desde sus tiempos como diputado provincial y en el que trabaja de forma desinteresada, es preservar «algo que es de todos los malagueños».

Desde la inauguración del pabellón en 2007, el patronato firmó un convenio con la Junta de Andalucía por el que la administración autonómica le envía ancianos de gran dependencia, la mayoría con alzheimer. En total cuenta con 50 plazas, dos de ellas de reserva para casos de urgencia.

«En el filo» económico

Sin embargo el patronato, señala Luis Plaza, sigue «en el filo» por su situación económica y toda colaboración de empresas o filántropos es bienvenida para poder seguir prestando su servicio.

La inclinación del monasterio franciscano son ya palabras mayores, por eso han pedido la colaboración urgente del Ayuntamiento.

El convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles fue posible gracias a una de las familias más poderosas del Siglo de Oro, los Torres, que lo fundó en la hacienda de Miraflores, de su propiedad, en 1585. El claustro se finalizó a comienzos del XVII.

El convento alcanzó gran fama por la creencia de que en ese lugar se inhumaron los restos de San Ciriaco y Santa Paula. Tras la desamortización, el edificio ha sido hospital psiquiátrico, lazareto y desde 1893, asilo de ancianos. En el actual PGOU cuenta con protección arquitectónica de grado I.