El año 2018 cerró con buenas cifras para el mercado laboral de Málaga, que registró en el conjunto del ejercicio un descenso de 28.400 parados y una subida de 48.700 ocupados, según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y correspondiente al cuarto trimestre del pasado ejercicio. La tasa de paro se sitúa en el 16,56% (más de cuatro puntos menos que a finales de 2017). Tras este descenso, Málaga registra ahora un total de 129.000 desempleados. Las cifras de paro son las más bajas desde mitad de 2008 pero todavía superan en más de un 70% a las que se registraban antes del inicio de la recesión. La tasa de paro en Málaga se sitúa cerca de cinco puntos por debajo de la andaluza (21,26%) y algo más de dos puntos por encima de la nacional (14,45%).

Respecto a la actividad, la provincia contaba a cierre de año con 650.400 ocupados, la cifra más alta de la que se tiene registro en la serie histórica. La subida de 2018 no supone el mayor crecimiento anual de los últimos años (en 2014, el número de ocupados subió en 66.700) pero sí mantiene en Málaga en la senda alcista de 2017 (donde la subida fue de 31.600) tras un 2016 que registró cierto estancamiento del empleo.

En cuanto a la población activa, el número de personas en edad y disposición de trabajar aumentó en la provincia a lo largo de 2018 en 20.400 personas, para un total de 779.500.

Las cifras de la evolución del mercado de trabajo malagueño cobran aún más relevancia si se comparan con las del resto de provincias españolas. Así, los datos de Málaga son los terceros más relevantes a nivel nacional de 2018 tras los de Madrid (que suma 108.000 ocupados y baja 70.300 parados) y Barcelona (51.100 ocupados más y 18.400 parados menos). Valencia reduce 43.700 parados pero sólo crea 25.100 empleos.

Por sectores, la subida de ocupados en 2018 estuvo liderada en la provincia de Málaga por el sector servicios (que ganó 26.400 trabajadores y alcanzó los 535.900), con valiosas contribuciones también de la construcción (suma 18.700 y deja el total en 60.000) y la industria (se añaden 4.800 y llega a 37.800). La mala noticia la deja la agricultura, que pierde 1.100 ocupados y se queda con 16.800.

La tasa de actividad (personas que trabajan o buscan empleo sobre el total de la población) subió un punto hasta el 56,7% y está ligeramente por encima del porcentaje andaluz (56,6%) y algo por debajo del nacional (58,6%).

En la comparativa trimestral (cuarto trimestre de 2018 respecto al tercero), Málaga presenta también una evolución positiva del mercado de trabajo, con 11.100 parados menos y 6.900 ocupados más. La población activa ha bajado en 4.000 personas en este tiempo.

Valoración sindical y empresarial

El sindicato UGT valoró el descenso del paro y la creación de empleo registrada durante el año, pero lamentó la insuficiencia de las cifras y pidió más apoyo de las administraciones. «La recién conocida dotación presupuestaria del anunciado Plan Especial de Empleo de Andalucía que pondrá en marcha el Ejecutivo central, en colaboración con la Junta de Andalucía, es del todo insuficiente, incluso irrisoria si su objetivo es el de dar respuesta a las necesidades de empleo que tienen los parados andaluces», apuntó. También recordó que «el paro de larga duración, la imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo en el periodo en el que se dispone de prestaciones por desempleo y, por consiguiente, el agotamiento de las mismas se ha convertido en un auténtico drama».

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) dijo que los datos «constatan una progresión constante en la senda de recuperación del empleo», pero advirtió de que «es preciso seguir incrementando esfuerzos para consolidar los logros alcanzados, con estrategias orientadas a combatir la temporalidad e impulsar el desarrollo del tejido productivo malagueño».

En España, el paro bajó en 462.400 personas en 2018, registrando su sexto descenso anual consecutivo. No obstante, este retroceso es inferior a los experimentados en los cuatro años anteriores, aunque superior al de 2013, cuando el desempleo bajó en 85.400 personas. La tasa de paro se situó al finalizar 2018 en el 14,45%, porcentaje 2,1 puntos inferior al de 2017 y su nivel más bajo en diez años.

Por otro lado, el empleo creció en 2018 en 566.200 personas, casi un 3% respecto a 2017, logrando su quinto aumento anual consecutivo y el mayor desde 2006, cuando se generaron en España 686.200 puestos de trabajo. De esta forma, 2018 cerró con 19.564.600 ocupados y con 3.304.300 parados. En ambos casos, se vuelve así a los niveles de paro y ocupación que se registraban hace diez años.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó que los datos son «buenos» y ponen de manifiesto que las políticas económicas del Gobierno van en la «buena dirección». «Lo que tenemos que hacer es acelerar el ritmo de creación de empleo, que es la principal preocupación que tiene el Gobierno y gran parte de los ciudadanos», afirmó.

Evolución en Andalucía

Andalucía lideró en España la caída del paro en términos absolutos con 126.200 desempleados menos en 2018, lo que supone un 13,14 % menos que el año anterior, y también la creación de empleo con 118.600 ocupados más. El número total de desempleados se situó en 834.300 parados a final de año y la tasa de paro en el 21,2%. La cifra de ocupados llegó a las 3.090.300 personas.

La consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco, valoró como «buenos» los datos, si bien rehusó caer en «triunfalismos» y apuntó que «podrían haber sido mucho mejores si en Andalucía se hubieran hecho las reformas necesarias para la generación de empleo y la empleabilidad» de su población.

Blanco llamó la atención acerca de que «la tasa de paro en Andalucía sigue estando siete puntos por encima de la media nacional. «Eso quiere decir que aún nos queda mucho por hacer y tenemos que conseguir que Andalucía poco a poco suba los peldaños de la creación de empleo y la estabilidad económica».

«Andalucía tiene un enorme potencial de talento, riqueza, oportunidades, y no es creíble que esté situada en estos ámbitos por debajo de muchas comunidades autónomas», añadió.