Totalán ha cambiado física y emocionalmente tras trece días pendientes del rescate de Julen. No ha sido sólo la entrega solidaria de los vecinos del municipio con los integrantes del dispositivo de rescate o el cariño transmitido a la familia. La propia orografía de Totalán ha quedado marcada para siempre por 13 días de intenso trabajo para llegar a donde estaba Julen. Ha sido una obra de ingeniería compleja, con muchos contratiempos que se han tenido que salvar y de una magnitud enorme en los pocos días en los que se ha realizado. El Cerro de la Corona ha quedado desmochado, tras moverse los 85.000 toneladas de tierra necesarios para habilitar caminos para la maquinaria pesada y profundizar en el pozo de rescate que permitiese llegar a donde estaba Julen. No era una empresa fácil. Había que excavar el equivalente a la altura de un edificio de 30 plantas, pelearse con un terreno especialmente duro y hacerlo en un tiempo récord. Y todo eso, siempre con cuidado extremo para no provocar daños o derrumbes en el pozo donde estaba Julen.

El cambio físico es más que evidente. El campo que era el Cerro de la Corona se ha convertido en una platadorma de trabajo que ha perdido 23 metros de altura, con largas rampas de acceso que han eliminado el corte del cerro y los árboles que había allí. Totalán queda así marcada con el recuerdo del rescate y del triste final de todos los esfuerzos.

Las grandes cifras del rescate de Julen

Para entender la magnitud del trabajo realizado hay que conocer algunos de los datos que muestran el volumen de la actividad concentrada en apenas unos 200 metros cuadrados de superficie donde estaba la plataforma de trabajo, alrededor del pozo donde cayó Julen. Resumimos en 13 datos la operación de rescate:

  • 22 metros de ancho es el tamaño de las rampas que se tuvieron que construir para dar acceso a la maquinaria pesada.
  • 85.000 toneladas de tierra movidas en 13 días.
  • 12 excavadoras de entre las más potentes del mercado.
  • 600 personas han integrado la misión de recuperación, a los que habría que sumar los 715 vecinos de Totalán.
  • 18 psicólogos para atender a la familia en distintos turnos.
  • 37 empresas y entidades que han colaborado en el rescate.
  • 200 periodistas desplazados a la zona.
  • 55 horas de perforación para hacer la galería de rescate.
  • 28 personas integraron el equipo de rescate final, compuesto por mineros, guardia civiles (montañas, y explosivos) y 8 bomberos.
  • 8 mineros de la Brigada de Salvamento.
  • 4 microvoladuras para excavar el último tramo.
  • 600 kilos es el peso de la plancha que tapa el pozo tras el final de los trabajos.
  • 288 horas de trabajo ininterrumpido.