La empresa y el Ayuntamiento han puesto sobre la mesa una nueva oferta a la plantilla de Limasa, cifrados en unos 9.500 euros, y a cambio plantea un convenio a cinco años y otros puntos que el comité ha rechazado uno por uno.

La nueva oferta, presentada ayer lunes, plantea un convenio por cinco años, hasta 2023; una subida salarial igual a la que fijen los Presupuestos Generales del Estado y que para este año sería del 2,25 por ciento; repartir las vacaciones 21 días entre octubre y mayo y otros 15 días entre junio y septiembre; mantener la paga de septiembre en 923 euros; ampliar a jornada completa a 100 trabajadores eventuales y domingueros y el punto más crítico, el de la productividad con un sueldo variable según la consecución de objetivos; la empresa plantea fijar esa productividad en 2.500 euros, de los que 867 serían de la antigua paga de enero o los otros 1.633 de aportación de la empresa.

La respuesta en negativo del comité ha sido de un rechazo absoluto, tachando de "vergonzoso" y de "tomadura de pelo" la misma.

El comité ha presentado su contraréplica a la empresa y frente a un convenio de 5 años, el comité lo limita a 4; rechazan la subida salarial del 2,25% y a cambio exigen el 1,5 aun pendiente de aplicar según convenio, mas el IPC anual y recuperar el IPC acumulado y perdido entre 2012 a 2018; los días de vacaciones sólo se cambiarían a periodos fuera de verano a cambio de más dinero o de mas días "como tienen otros convenios de otras empresas municipales"; reclaman que la paga de septiembre es de 1.200 euros, y no de 923 euros y frente a los 100 operarios que la empresa convertiría en fijos, exigen que sea cifra sea de 150.

Sobre el punto mas conflictivo, la productividad variable, su rechazo es contundente. Para el comité los 1.633 que plantea la empresa como nueva aportación es un dinero "que los juzgados ya han dicho que es de la plantilla" y en ningún caso se pueden plantear como variable.

El comité ha pedido a la plantilla que esté dispuestos a "nuevas movilizaciones".