Con sólo 75 estudiantes y sin edificio propio. Así fueron los inicios hace 30 años de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga. Hoy, cuentan con más de 2.500 egresados, una potente oferta académica con cinco grados, cinco másteres y un novedoso doble grado -Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación y Matemáticas- que se empezará a impartir el próximo curso y que será un importante reclamo para los estudiantes en un momento en que se está imponiendo el modelo de doble titulación universitaria. La Escuela celebra así su 30 cumpleaños en un momento de crecimiento y está preparando numerosas actividades para que este aniversario deje huella.

Los primeros estudiantes de Ingeniería de Telecomunicación comenzaron sus estudios en 1988, en el antiguo edificio de la Escuela Universitaria Politécnica de la Universidad de Málaga. Entonces sólo había 75 alumnos y los estudios de Informática se impartían de forma conjunta con los de Telecomunicación.

No fue hasta 1995 cuando se trasladarían al actual edificio, con tres ingenierías técnicas, lo que produjo un «desahogo» para el desarrollo de la escuela. Fabián Arrebola Pérez, director actual de la Escuela, recuerda que en aquella época se produjo un «boom» de las telecomunicaciones, por lo que el edificio se les quedó pequeño desde el principio. Pasaron de 75 plazas a 125 por cada ingeniería, lo que supone casi 600 estudiantes cada año entre grados y másteres.

«De cara al profesorado, la mejoría fue brutal y desde el punto de vista de la investigación igual», explica Arrebola. En la actualidad, es la escuela que más plazas ofertas de España, con 310, frente a las 300 de Madrid o Barcelona.

La oferta de grados ha variado también desde sus comienzos. Con la implantación del plan Bolonia, decidieron apostar por un modelo completo. «Damos cuatro grados especialistas, que otorgan atribuciones profesionales de ingeniero técnico de Telecomunicación y y un grado generalista, que sería el grado de referencia para luego cursar el máster habilitante de Ingeniería de Telecomunicación. Todos los grados tienen acceso directo», explica el director de este centro de la UMA.

Los grados más demandados por los estudiantes son Ingeniería de Sonido e Imagen, Ingeniería de las Telecomunicaciones, Ingeniería en Sistemas de Telecomunicación y por último, Ingeniería de Sistemas electrónicos e Ingeniería Telemática, que está siendo más demandada en los últimos años.

«La inserción laboral es muy buena. El paro que hay medido es prácticamente inexistente. La gente o se está formando o está trabajando». Los futuros ingenieros tienen muchas opciones también en el extranjero.

Una de las novedades más importantes con las que Teleco llega a este 30 aniversario es la implantación del doble grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación y Matemáticas, con el que la escuela busca a estudiantes «brillantes talentosos, trabajadores y motivados para que hagan un enorme esfuerzo». Se trata de la segunda escuela a nivel nacional que añade esta titulación a su oferta académica. «Te vas a formar en la parte fundamental, en lo que no cambia o cambia menos, que la parte tecnológica. En Telecomunicación hay que estar formándose toda la vida y por eso creo que las matemáticas están de moda», afirma Arrebola.

Otra de las novedades de este curso es la apertura de una sala multiusos para grabar clases y eventos o un aula de docencia avanzada para crear material docente audiovisual.

Programa para el aniversario

Las actividades conmemorativas del 30 aniversario comenzaron el pasado diciembre con una exposición en el Rectorado en la que se mostraron distintos dispositivos que ayudan a visualizar parte de la tecnología anterior a la creación de la Escuela y algunos otros de los primeros años.

Fabián Arrebola explica que están aún definiendo el programa con el que quieren celebrar esta fecha, pero tienen claro que estará marcado por actos orientados a difundir el conocimiento de la mano de reconocidos profesionales y expertos. Así, barajan organizar varias conferencias relacionadas con la investigación espacial y la ciberseguridad, dos campos en los que estos ingenieros tienen un importante papel. Así, están contactando con profesionales del Observatorio Europeo Austral, ubicado en Santiago de Chile, y donde trabajan egresados de la primera promoción de la Escuela de Málaga, así como con expertos del Laboratorio de Propulsión a Reacción.

Otra actividad, aún por definir, sería poner en contacto a los alumnos con entidades profesionales para orientarles de cara al futuro.

Además, en el acto de graduación, que se celebrará en febrero, una vez que todos los estudiantes han finalizado de forma completa sus estudios, quieren contar con la presencia de un egresado «de alto impacto» para que cuente su experiencia.