Alfonso XIII y Victoria Eugenia, los Reyes de España, presenciaron las cornadas del toro Extremeño, de la ganadería Guadalest, al joven diestro Miguel Báez, Litri, de apenas 20 años. El monarca, que estaba acompañado en el palco de La Malagueta por el alcalde de Málaga, el doctor José Gálvez Ginachero, le pidió que acudiera con urgencia a la enfermería a atender al diestro onubense, que fallecería en Málaga días más tarde.

El experto en audiovisual Francisco Carmona y el investigador Salvador Valverde han reconstruido esa tarde del jueves 11 de febrero de 1926 en el documental Sangre y arena en La Malagueta, de 20 minutos de duración, una producción que ha corrido a su cargo sin ningún coste.

«Somos compañeros desde hace 15 años en una empresa de hostelería en el Arroyo de la Miel. Salvador me comentó que quería hacer un documental y contar conmigo», explica Francisco Carmona.

Salvador Valverde, autor de varios libros sobre Málaga, cuenta que para su próximo trabajo«tenía reciente para uno de los capítulos la investigación de todas las muertes en la plaza de toros de La Malagueta. Me di cuenta de que la muerte del Litri fue una conmoción, no sólo en Málaga y en Huelva sino en España entera », explica.

Gracias a los conocimientos audiovisuales de Francisco Carmona y a la investigación de Salvador Valverde, el documental se ha hecho realidad tras cuatro meses de trabajo. En los huecos que les dejaba la jornada laboral, los dos autores han filmado en el interior de La Malagueta, visitado varios rincones de Huelva, buceado en numerosos archivos y montado un documental vibrante que ha recibido la felicitación de la familia de Miguel Báez, Litri. El diestro fallecido en 1926 fue hermanastro del siguiente Miguel Báez, El Litri, nacido en 1930, padre a su vez del último de la saga, que nació en 1968.

La trágica corrida de toros tuvo lugar a raíz de la visita de los Reyes de España a Málaga, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que inauguraron el Hotel Príncipe de Asturias, hoy Miramar, así como el monumento al Comandante Benítez, que entonces se encontraba en el centro de la plaza Suárez de Figueroa, hoy de la Marina. Como curiosidad, durante la visita de los Reyes se produjo la llegada del hidroavión Plus Ultra a Buenos Aires, el primero en unir España con América, de ahí que Alfonso XIII se pusiera en contacto con los aviadores gracias a Italcable.

Toros en febrero

La prensa, recuerdan los autores, criticaron la idoneidad de celebrar una corrida de toros en febrero para iniciar la temporada, con motivo de la visita regia. La terna la formaron el famoso Marcial Lalanda, Manuel Báez, Litri y Antonio de la Haba, Zurito, con seis toros de la ganadería Marqués de Guadalest.

Como explica Salvador Valverde, Manuel Báez, Litri estuvo a punto de no participar, porque para ocupar su puesto se pensó en Antonio Márquez, el marido de doña Concha Piquer, «pero las negociaciones no fraguaron».

El toro que le tocó en suerte al onubense, Extremeño, era un toro pequeño, de 286 kilos de peso y según le advirtió al diestro su compañero Antonio de la Haba, Zurito, «achuchaba mucho por la derecha», pero El Litri le replicó: «Como no me coja en el primer pase, ya no me coge». La paradoja es que algunas crónicas señalan que Extremeño le empitonó la pierna derecha en el primer pase, mientras que otras hablan de que fue al inicio de la faena.

Atendido en la enfermería por el doctor Lazárraga, que estuvo ayudado como hemos visto por el alcalde de Málaga, el doctor Gálvez Ginachero, el torero fue trasladado a la clínica del primero en el Monte Sancha.

La prensa de toda España siguió casi a diario la evolución del diestro, que pareció mejorar pese a lo grave de su estado. Sin embargo, afectado como estaba por la gangrena, su padre, que también era torero, tomó una terrible decisión: «Autorizó para operarlo a vida o muerte y amputarle la pierna hasta la cadera», cuenta Salvador Valverde.

Manuel Báez, Litri falleció tras la operación, a las 11 de la mañana de18 de febrero de 1926. Como recuerda Francisco Carmona, con las técnicas actuales se habría salvado casi con toda seguridad.

La muerte conmocionó la ciudad, hasta el punto de que una fotografía del torero muerto fue expuesta en un comercio de la calle Larios y la acumulación de gente para verla cortó el tráfico. Arropado por miles de personas, el féretro fue conducido por Málaga por su cuadrilla y al tiempo que se alternaban con otros toreros malagueños, fue llevado a pie hasta la ermita de Zamarrilla, donde ya continúo en un transporte por carretera hasta Huelva.

En la realización del documental, Salvador Valverde ha hecho de locutor y presentador, mientras que la voz del Litri la ha puesto Francisco Carmona y los titulares de prensa los ha leído su mujer, Mari Carmen Marín. En cuanto a la canción de los créditos, la malagueña Malaga despierta, se trata de la ganadora del Certamen de Malagueñas de fiesta de 2017, con letra y música de Rafael Castro y está cantad por Mary Carmona, la hija de Francisco.

Esta malagueña cerrará todos los documentales de una serie que comienza con Sangre y arena en la Malagueta y que han titulado Málaga y sus historias.

Porque estos dos compañeros de trabajo ya tienen en mente el segundo de la serie: un documental sobre todo lo que los Gálvez hicieron por su pueblo natal, Macharaviaya y en el que quieren que participen expertos y autoridades.

Tanto a Salvador como a Francisco les gustaría que el documental sobre El Litri se pudiera disfrutar también en Huelva y que Canal Sur le diera difusión.

De momento, tras un pase privado en la Casa de Melilla, Sangre y arena en La Malagueta podrá verse el 8 de febrero a las 8 de la tarde en la tenencia de alcaldía de Cártama y el 21 de febrero en el ciclo cultural Sopa de Letras, en el restaurante Lo Güeno, de Málaga capital.