La defensa del sargento Polilla, el guardia civil acusado por conducir bajo los efectos del alcohol y colisionar con su vehículo contra otros, tras lo que huyó del lugar sin someterse a las pruebas de alcoholemia, recurrirá la sentencia en la que condena al agente por estos hechos, sucedidos en mayo de 2014. Así lo han asegurado a Europa Press desde la defensa del agente, apuntando que consideran que existen «contradicciones» en la valoración de la prueba que ha dado lugar a la sentencia condenatoria dictada por parte del Juzgado de lo Penal número 6 de Málaga en este caso. En esta resolución, el acusado es condenado a una pena de un año y medio de prisión por dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir bajo los efectos del alcohol y otro por la negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia. Además, se le priva del derecho a conducir durante ocho años. El acusado está siendo juzgado por otro accidente ocurrido posteriormente, en concreto en julio de 2017 en la A-7 en Torremolinos, en el que fallecieron tres personas y varias resultaron heridas.

Los hechos por los que ahora ha sido condenado sucedieron en la carretera A-4053, que une los municipios malagueños de Alhaurín el Grande y Fuengirola, en concreto, dentro del término municipal de Mijas, por la que conducía el acusado su coche «habiendo ingerido previamente tal cantidad de bebidas alcohólicas que le incapacitaba para el completo dominio de su vehículo». Por esta razón colisionó con un turismo y con un ciclomotor, resultando lesionadas tres personas. En el momento de los hechos se encontraba activo como miembro de la Guardia Civil por lo que era «perfectamente conocedor de los protocolos y forma de actuar conforme a la legislación vigente en casos de accidentes protagonizados por conductores bajo los efectos del alcohol», señala la resolución.