La provincia de Málaga es un polo laboral de gran atractivo para trabajadores de otros puntos de España, mayormente en etapas de pujanza económica, aunque también es cierto es que sus salarios medios, con un tejido empresarial muy dependiente del sector servicios, están por debajo de los de otras zonas de España. Así lo vuelven a revelar las últimas estadísticas publicadas por la Agencia Tributaria sobre movimiento laboral en España, que conforman una radiografía a nivel provincial de la media de ingresos por trabajador. Los datos muestran por un a parte, con cifras del ejercicio de 2017, que los malagueños que se fueron a otros puntos de España para trabajar (5.501) presentaron un salario medio anual de 21.330 euros, mientras que los que llegaron a Málaga desde otras zonas del país (6.470) contabilizaron un sueldo medio de 20.525 euros. La diferencia a favor de los que salieron es de un 3,9% más de salario (en términos reales, unos 800 euros anuales más).

La distancia es aún mayor si se comparan esos ingresos medios de los malagueños que se mudaron fuera con el salario de los trabajadores de la provincia que permanecen en Málaga. Según las cifras de la Agencia Tributaria, los asalariados malagueños contaban en 2017 con un sueldo anual de 18.216 euros de media en el medidor de permanencia, un índice que utiliza la Agencia Tributaria para contabilizar a los empleados que están registrados en una misma provincia durante dos años seguidos (y en el que se englobaron en ese ejercicio más de 518.480 trabajadores). Así, quien se va fuera presenta unas percepciones un 17% superiores a las de los empleados que se quedan en la provincia (la diferencia es de algo más de 3.100 euros al año).

Los niveles salariales de Málaga en este medidor de permanencia, aunque por encima de los de ejercicios precedentes, continúan estando a una distancia considerable de otros provincias con un mercado laboral más cualificado, caso de Madrid, con un salario anual de 27.669 euros, o Barcelona, con 25.103. De hecho, la provincia se sitúa en el grupo de cola en cuanto a ingresos medios, ocupando el puesto 38 del ranking nacional entre una lista de 48 (no están Navarra ni las tres provincias vascas, que tienen otro régimen fiscal, y sí se incluye a Ceuta y Melilla). Málaga sólo presenta una renta media más alta que Jaén, Huelva, Badajoz, Almería, Córdoba, Cáceres, Cuenca, Granada, Alicante y Zamora.

En todo caso, las cifras de la Agencia Tributaria precisan de varias aclaraciones al no referirse a los sueldos que se cobran mes a mes sino a la extracción, por tramos, de las rentas anuales declaradas por los empleadores mediante la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo. Con este metodología se toman para la media exactamente por igual a las personas que trabajan los doce meses del año como a aquellos que sólo lo hacen en momentos determinados del mismo. Hacienda ha recordado siempre que publica datos de este tipo que el método de recuento produce siempre un sesgo a la baja del salario en comparación con otras estadísticas.

Las cifras también estan condicionadas por el hecho de que hay personas que pierden el trabajo a lo largo del año y pasan a cobrar el desempleo o trabajadores que se jubilan en un determinado mes y acceden a una pensión, lo que provoca que sus retribuciones salariales aparezcan, a efectos estadísticos, como más reducidas.

De cualquier forma, y hechas todas estas matizaciones, los números sí reflejarían ciertas tendencias del mercado laboral, caracterizado por la alta precariedad laboral. También se revela que, pese a los efectos de la recesión, la provincia es un foco de atracción de trabajadores y se mantiene como una de las que tiene menos personas salientes que nuevas incorporaciones. En 2017, los trabajadores que se fueron de la provincia ascendieron a 5.501, mientras que los que llegaron sumaron 6.470. El número de incorporaciones fue el más alto de la comunidad autónoma andaluza y que además sitúa a Málaga como la quinta provincia con más flujo de altas del país tras Madrid (41.584), Barcelona (20.752), Baleares (7.972) y Valencia (7.122).

El análisis de la movilidad laboral de la provincia deja claro que la cercanía geográfica es la que motiva más flujos. A la hora de irse de Málaga por un cambio laboral, el destino preferido de los trabajadores malagueños es Madrid, provincia a la que se mudaron 1.532 trabajadores (el 27,8% del total de los que salieron) seguida de Barcelona (559), Granada (383), Sevilla y Cádiz (ambas con 346). También es la capital española el punto del que llegan más trabajadores a Málaga (1.011), seguida por las provincias andaluzas más cercanas (Granada con 692, Cádiz con 640, Córdoba con 590 y Sevilla con 555), además de Barcelona (376).