Ni siquiera con un requerimiento de la Junta de Andalucía el sevillano Rafael Blanco, experto en jardines botánicos, pudo entrar en julio de 2015 en la finca El Retiro para visitar el jardín histórico del siglo XVII, una pincelada versallesca en mitad de Churriana que perteneció al hijo natural de Felipe IV, el dominico fray Alonso de Santo Tomás, obispo de Málaga.

Propiedad desde hace unas dos décadas del empresario Rafael Alonso, el jardín del Retiro se ha convertido desde hace años en un fortín inexpugnable, pese a tratarse de un Bien de Interés Cultural que puede visitarse, denuncian colectivos de vecinos y ecologistas de Churriana.

A este respecto, el artículo 14 de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía señala que a este tipo de bienes se permitirá «la visita pública gratuita, al menos cuatro días al mes, en días y horas previamente señalados», a no ser que medie una «causa justificada», por lo que el propietario podría ser dispensado «total o parcialmente» por la Consejería de Cultura.

Para el investigador Rafael Blanco, lo que ocurre con El Retiro «es el secuestro de un bien cultural» y lamenta que en casos como este, «los propietarios confundan la propiedad con el valor cultural del bien; cuando hablamos de propietarios de la finca, pero no del valor cultural», aclara.

El propio investigador, algo que confirma a este diario un portavoz de la Junta de Andalucía, informa de que el dueño del Retiro ha interpuesto sendos recursos administrativos a la espera de sentencia contra la visita del experto en jardines botánicos así como contra el establecimiento del régimen de visitas que le exige la Junta. De momento, el juzgado contencioso-administrativo que lleva el caso de la visita de Rafael Blanco ha tomado como medida cautelar que no visite el jardín.

Vecinos y ecologistas

Inmaculada Viñolo, presidenta de la asociación de vecinos de Churriana, Arcusves, que acompañó al experto en jardines botánicos en la fallida entrada al Retiro en 2015 junto con profesores de la Universidad de Málaga y miembros de la Academia Malagueña de Ciencias y de la Asociación de Amigos de La Concepción, recordó que «son muchas las peticiones de ciudadanos de Churriana que quieren conocer los jardines del Retiro, porque se trata de una cosa muy nuestra, de Churriana, y seguimos sin poder visitarlos».

La presidenta vecinal recordó que han sido muchas las veces que se ha dirigido al distrito de Churriana a pedir información sobre la situación del Retiro, ante la imposibilidad de conocerlo, y lamentó la falta de colaboración municipal. «Como parte del Ayuntamiento debería hacer estas gestiones y no solo conceder licencias de obra».

En la misma línea, Maricruz Torres, presidenta de la Asociación Ecologista Ciriana, recordó que «los jardines históricos del Retiro son algo de todos» y reclamó que puedan visitarse. A este respecto, lamentó que al propietario «nadie le esté exigiendo que cumpla con la ley; si la administración lo está viendo tendría que seguir adelante hasta que se pudieran hacer visitas en grupos organizados». Para la concejala de Churriana, María del Mar Martín Rojo, el asunto no compete al Ayuntamiento de Málaga sino «a la Junta de Andalucía».

En julio de 2015 la finca del Retiro volvió a ser protagonista, en este caso de la Comisión de Urbanismo, a través de una moción de Málaga para la Gente a raíz de varias obras realizadas en la propiedad. El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, confirmó que cuatro de estas obras se habían ejecutado «sin licencia y por tanto son ilegales», aunque informó de que dos de ellas podían legalizarse y mantenerse, aunque previa sanción al propietario.

Este periódico dio a conocer el contenido del reportaje al dueño del BIC, Rafael Alonso, con el fin de recabar su punto de vista, sin resultado.

La Justicia dirá si este jardín artístico del siglo XVII debe permanecer cerrado a cal y canto o empezar a recibir visitas.