Han llamado a la Policía Local en innumerables ocasiones, denuncian por redes sociales diariamente las veces en que las empresas de patinetes eléctricos de uso compartido incumplen su palabra de aparcar en espacios privados, quedando sus vehículos de movilidad personal aparcados en plena vía pública y han pedido al Ayuntamiento que acabe con esta situación. Y todo en vano.

Ahora, la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo de Málaga lo intenta con un escrito a la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía. Este, enviado ayer, recoge que actualmente en la capital hay cinco empresas de patinetes: Lime, Voi, Wind, Ufo y Tier, que «aparte de las molestias y peligro que causan a los peatones, están haciendo uso de lugares y edificios emblemáticos de la ciudad como reclamo para su negocio», aseguran, refiriéndose a edificios BIC como la Catedral, la iglesia de San Juan, el Palacio de Obispo, la Aduana o el Ateneo, entre otros.

Aunque reconocen desconocer el número total de VPM, afirman que rondan los 600 u 800, así como que son los propios operarios de las empresas los que colocan los patinetes en estos entornos BIC a primera hora de la mañana. Una ocupación «diaria y constante» de la que, inciden, tienen «fotos y testimonios».

Con esta práctica, los vecinos del Centro se quejan de que se «atenta de forma evidente contra el patrimonio de la ciudad y suponen una grave contaminación visual y perceptiva» y que, además, «privatizan los bienes culturales públicos para beneficio personal». Así, tras «más de dos meses denunciando sin que ninguna administración solucione el problema o tome medidas», piden a la Junta que estudie si con esta ocupación se incumple la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía; si los BIC nombrados tienen un Plan Especial de Protección y si esta ocupación incumple dicho plan; así como que tomen las medidas necesarias para «impedir esta ocupación y contaminación visual y perceptiva de fachadas de edificios y entornos BIC por parte de empresas privadas».