El Comité Director del PSOE-A es el máximo órgano entre congresos. Es el particular Oráculo de Delfos del socialismo andaluz y todas las decisiones importantes que afectan al partido y a nombramientos se toman en este círculo cerrado. En él se sientan en fila destacada los miembros de la ejecutiva regional. Este viernes se reunió, presidido por Susana Díaz. Un hotel aseado de cuatro estrellas, a medio camino entre el Parque María Luisa y la Delegación Territorial de Educación. Entre los puntos que conformaban el orden del día, la aprobación de las cuentas del partido y la designación de los nombres que deben marchar al Senado en representación de la comunidad autónoma andaluza. El número de senadores varía en función de los resultados electorales y al PSOE le corresponden, esta vez, tres. Nunca antes ha alineado menos porque nunca antes había obtenido tan pocos votos como en las últimas elecciones autonómicas.

Para comprender lo sucedido entre el jueves y el viernes de la semana pasada y entender cómo se las gasta la vida interna en los partidos, es necesario volver a aquella noche electoral, especialmente aciaga para el socialismo andaluz, y recordar la composición de la lista que presentó el PSOE por la provincia de Málaga. En el número cinco figuraba Francisco Conejo Su persona no necesita grandes introducciones por estos lares. Sus detractores, muchos de ellos se cuentan entre los suyos, aseguran que su notoriedad se debe a nada bueno. El peso político de Conejo en el PSOE-A trasciende al ámbito provincial y penetra en las estructuras del poder regional dentro del partido. Hasta el último comité regional celebrado en julio del 2017, cuando sufrió una leve degradación dentro de la nueva ejecutiva, le gustaba alternar las notas de prensa autocitándose como «el número tres del PSOE-A». En alusión a su anterior cargo orgánico como secretario de Política Institucional. Nada de eso sirvió, sin embargo, para que el 2D fuera señalado como uno de los grandes derrotados de la debacle socialista. Apenas 3.000 votos le dejaron varado a pocos metros de la puerta que da entrada al Parlamento. Eso, a priori. Muchos en el PP de Málaga no se resistían a las chanzas. Los enemigos internos vieron en su cara de circunstancia el único consuelo para deslizar una leve sonrisa. Pero Conejo ha vuelto a cargar de razón al refranero popular. Si Pedro Sánchez acaba de publicar un libro que lleva por título Manual de resistencia, se antoja como una obra sobre los Osos Amorosos si se compara con la que podría ofrecer Conejo si quisiera. ¿Quién sabe si algún día lo hará?

Es cierto que no estaba para grandes fiestas tras conocer los resultados electorales. Nadie en el PSOE-A lo estaba, tras recibir la bofetada de una victoria tan escuálida como inútil. Pero en la misma noche electoral, Conejo comienza a emprender mentalmente un camino que le acaba llevando al Parlamento. Si no ha sido por la puerta grande, que sea por la de atrás. Las formas no importan para refrendar «una determinación muy meditada». Así describió el propio Conejo su decisión de marchar a Sevilla. Total, la política es el arte de lo posible. Una vez recuperada la clarividencia después del shock inicial, el plan ya estaba tejido: Marisa Bustinduy se manda al Senado y que corra la lista. Lo que no hicieron las urnas, que lo haga el engranaje parlamentario, donde cada pieza que se mueve libera a otra. Solo hay que esperar un poco. En la vida hay que saber esperar.

Mientras tanto, Conejo seguía dando ruedas de prensa como si nada. Es el único de los cargos no electos del PSOE de Málaga que se desplaza a Sevilla para la toma de posesión de Juanma Moreno. Se pasea por el Parlamento como uno más en los pasillos, junto a José Luis Ruiz Espejo y Javier Carnero, que sí obtuvieron su escaño. Volviendo a este jueves. Por la mañana salta la noticia de que Díaz va a rescatar a Miguel Ángel Vázquez. En una situación similar a la de Conejo, se había quedado a las puertas del Parlamento. Figuraba en la lista por Cádiz. La jugada que solo veían algunos, ahora la ve todo el mundo. Bustinduy está en su casa, recuperándose de un resfriado como una catedral. Tiene la voz tocada, pero energía suficiente para echar balones fuera. La posibilidad de que acabe en el Senado para dar vía libre a Conejo, es tachada de «rocambolesca» y se hace la sorprendida. «Para el Senado está Fuensanta», simula hacer cábalas aunque sabe que Fuensanta Lima no va a revalidar su escaño en el Senado, que va a ser la gran damnificada. Lima lo tiene difícil para repetir en la candidatura de José Antonio González al Ayuntamiento de Mijas y en mayo puede verse sin nada. Pero Conejo es del ala dura de Díaz y ella lo quiere en el Parlamento. Pocos conocen a Elías Bendodoy se espera un marcaje personal al hombre fuerte de Moreno. El mismo que ha practicado los últimos ocho años en la Diputación. Menos de 24 horas después, lo que era una teoría «rocambolesca» e «imposible» ya no lo es tanto y el Comité Director designa a Bustinduy para el Senado. Conejo acaba de sellar su entrada en el Parlamento. «A ella no la quitan si no está de acuerdo», especifica un cargo del PSOE sobre la estupefacción de Bustinduy. En el próximo pleno, Conejo dejará la portavocía del PSOE en la Diputación. Será asumida por Antonia García. Puro trámite, a cuatro meses de las elecciones municipales. «Pues, definitivamente, mis convicciones socialistas deben ser profundas cuando sigo militando a pesar de algunas decisiones adoptadas en el PSOE de Málaga», escribía Josele Aguilar en su cuenta de Twitter sin necesidad de personalizar. La jugada llevaba mucho tiempo preparada. No por ello ha gustado a todos.