Un total de 1.352 empresas malagueñas han entrado en concurso de acreedores ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas desde el arranque de la crisis económica en el año 2008 aunque el ritmo de los últimos ejercicios es ya más atenuado en relación al que se registró durante los años más virulentos de la recesión (años 2012 y 2013). Según la estadística publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Málaga contabilizó 78 nuevos procesos concursales en empresas en 2018, con un descenso del 15,2% sobre los 92 que se registraron en el mismo periodo del pasado ejercicio. El comercio, con 38, y la construcción, en el ámbito de la edificación y la promoción inmobiliaria, con 20, fueron las actividades más afectadas.

El Colegio de Economistas de Málaga viene recordando que la tendencia general de los últimos años en estas estadísticas es de bajada pero advierte de que hay muchas empresas que todavía presentan problemas de liquidez.

Desde que comenzó la recesión en el año 2008, unas 1.200 firmas malagueñas se han visto abocados por sus deudas a entrar en concurso, ya sea de forma voluntaria u obligados por sus acreedores. En 2012, el ejercicio con más quiebras de toda la serie histórica en Málaga, se registraron un total de 193 concursos empresariales. A partir de ese momento, el número de nuevos procesos concursales ha ido bajando. Los economistas destacan, eso sí, que las estadísticas del proceso concursal no reflejan todos los problemas de insolvencias empresariales ya que muchas empresas con problemas de este tipo, por diversas circunstancias, no recurren a la Ley Concursal para afrontar esta situación.

En Málaga hay dos juzgados de lo Mercantil, cada uno de ellos con dos magistrados, pero su volumen de trabajo es tan alto que los procesos se ralentizan mucho. De esta forma, casos que deberían resolverse en un máximo de dos años se dilatan hasta el doble de ese tiempo. A consecuencia de ello, más del 90% de las empresas que entran en concurso acaban en liquidación (aunque también es cierto que muchas llegan a este proceso en fase terminal).

A nivel nacional, las empresas que se declararon en concurso de acreedores fueron 4.131, con un retroceso del 3,1% sobre el año anterior. Dentro del segmento empresarial, en 2018 descendieron los concursos presentados por sociedades anónimas (-13,6%) y limitadas (-2,7%), hasta 367 y 3.337 procedimientos, respectivamente. Sin embargo, por tercer año consecutivo se incrementaron los procedimientos en las personas físicas con actividad empresarial, un 18,9%, hasta totalizar 333 concursos.