Un tramo de muro de la Alcazaba, en la muralla sur, fue apuntalado este jueves después de que los técnicos apreciaran en días anteriores pequeños desprendimientos de piedras, informan fuentes municipales, que señalan que el desprendimiento ha podido deberse a las lluvias intensas del pasado otoño, que podrían haber "abombado" el tramo.

Sin embargo, las mismas fuentes descartan que haya habido riesgo alguno para los peatones del Paseo de Don Juan Temboury, ya que entre el tramo y la calle hay unos tres metros de ajardinamiento. "En ningún momento ha habido riesgo para el público", recalcan.

El muro permanecerá apuntalado hasta que se programe la restauración.

Esta intervención de emergencia se suma al muro interior norte del Castillo de Gibralfaro que se derrumbó a finales de noviembre debido a esas lluvias. Ese derrumbe puso de relieve el mal estado de conservación de la fortaleza, abriendo un socavón en el muro y obligando a cambiar el recorrido turístico.

El estado del Castillo de Gibralfaro, de hecho, ha sido objeto de denuncias constantes por el mal estado de conservación, debido a la falta de inversiones de importancia para el mantenimiento de la fortaleza. De hecho, se han detectado pérdida de agua de la fuente, aparición de aguas fecales y deterioros del pavimento, agujeros o la falta de vallado de un muro de sólo 40 centímetros de altura, entre otros aspectos.