El nuevo equipo en la Consejería de Fomento en la Junta de Andalucía no logra congraciarse con los taxistas andaluces. El sector rechazó ayer el plazo de 45 días que le ofreció la Junta para tener listo un primer borrador para una futura regulación de las licencias VTC, que son las que utilizan las compañías como Uber y Cabify. Para los taxistas se trata de un plazo que excede de largo lo que consideran el tiempo de gracia oportuno que están dispuestos a concederle al nuevo equipo en San Telmo, que está encabezado por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo.

La semana pasada se celebró la segunda toma de contacto, ya con presencia del viceconsejero, Jaime Raynaud, y el flamante director de movilidad malagueño, Mario Muñoz-Atanet. Entonces, se le comunicó a los representantes del taxi que a lo largo del fin de semana se les iba a comunicar el plazo en el que la Consejería tendría listo el primer borrador sobre el que se tendría que trabajar para plasmar una regulación definitiva y acabar con un conflicto que se está eternizando en el tiempo. La notificación llegó, finalmente, el sábado: 45 días 45 días.

Y con la notificación se extendió el cabreocon la notificación se extendió el cabreo, ya que el sector empieza a sospechar que la Junta está optando por una «estrategia de dilatación premeditada y que se llegue a los inminentes procesos electorales sin dar una solución al conflicto». Así lo expresó a este periódico el portavoz del Grupo de Movilización de la Costa del Sol, Jesús Báez. «Lo único que estamos pidiendo es que se cumpla con la ley. La paciencia tiene un límite», añadió cara a posibles movilizaciones en el futuro. Aunque resaltó que por parte del sector se tratará de apurar la vía del diálogo hasta el máximo. De entrada, las diferentes asociaciones que engloban al sector redactaron ayer un escrito que enviaron a Sevilla para notificar a la Consejería de Fomento que rechazan el plazo de 45 días.