La Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional investiga si un extrabajador de Canal Málaga Radio Televisión, una empresa municipal, se aprovechó de los medios tecnológicos de la compañía para fabricar criptomonedas, conocidas también como bitcoins.

El bitcoin es una moneda como cualquier otra, con la salvedad de que se trata de una divisa electrónica no regulada por ningún banco o institución financiera. A quienes las fabrican se le conoce en el argot como mineros.

Así, la denuncia fue interpuesta el pasado 11 de julio de 2018 y, pese a las intensas pesquisas, no se pudo determinar el autor del presunto delito de defraudación de fluido eléctrico, por lo que se archivaron las diligencias. Sin embargo, hoy mismo ha llegado al Juzgado de Instrucción número 11 de la capital un informe de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional que ya apunta un nombre, por lo que el juez podría reabrir en breve las diligencias previas que había archivado para determinar si se produjo por parte de este exempleado el uso fraudulento de medios de la empresa para generar criptomoneda. Canal Málaga va a personarse en la causa judicial como perjudicada.

Así, la Policía Nacional envió el pasado día 19 de febrero una nota de prensa en la que se informa de una detención, el jueves 14, en concreto del arresto de un hombre que se aprovechó de la empresa para la que trabajaba para instalar dispositivos de minería Bitcoin.

La investigación comenzó con la denuncia, que partió de la propia empresa, que descubrió que los equipos informáticos de la sociedad tenían instalados programas destinados a la minería de criptomonedas. El grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial de Málaga se hizo cargo del asunto. En las primeras pesquisas, los agentes intervinieron los discos duros de la empresa denunciante para su estudio y análisis.

Asimismo, tras las gestiones los investigadores averiguaron que el investigado fue la persona que había colocado los equipos de minado de bitcoin ubicados en una zona restringida con la excusa de que era estabilizadores.

El mantenimiento de los seis dispositivos de minería tenía un elevado requerimiento energético, defraudando importantes cantidades de fluido eléctrico (fraude que ascendía a 1.601 euros), y con el que el investigado habría obtenido del minado, siempre según la policía, un beneficio de 4.846,05 euros.