El propietario de la finca de Totalán donde falleció Julen, David Serrano Alcaide, prestó ayer declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga y defendió su inocencia respecto al delito de homicidio imprudente por el que figura como único investigado en esta causa.

Acompañado por sus abogados, el dueño de la parcela donde se localiza el pozo por el que cayó el pequeño de apenas dos años se personó en la Ciudad de la Justicia poco antes de las 11 de la mañana. Sin la barba que mostraba durante la rueda de prensa que ofreció semanas atrás en El Palo, con gesto serio y camisa blanca, David Serrano se ratificó durante hora y media en muchos de los aspectos que ya había declarado ante los investigadores de la Guardia Civil.

De nuevo insistió en que jamás pudo imaginar que Julen pudiese caer dentro del pozo de apenas 25 centímetros de diámetro. Pero al mismo tiempo abundó en que se encargó personalmente de colocar dos bloques de hormigón en la boca del pozo por si alguna persona pudiese lesionarse al pisar en el agujero.

Previamente, su defensa declaró a las puertas de la Ciudad de la Justicia que su cliente es «un ignorante en los trámites que se necesitan para hacer un pozo». Remarcaron que David se puso en manos de un profesional, en referencia al pocero que había realizado la perforación, y que también declarará pero en calidad de testigo, y que desconocía la situación legal del propio pozo.

Los letrados calificaron el interrogatorio de bastante intenso. Al mismo asistieron, además de la titular del Juzgado número 9, la letrada de la acusación particular (la representante de los padres del niño), el Ministerio Público y los dos abogados defensores de David Serrano.

En esta comparecencia, al propietario de la finca se le mostraron planos de la zona en la que cayó el pequeño. Pero respecto al momento preciso en el que se adentró en la perforación, «no ha podido precisar cómo fue la caída, porque se encontraba preparando las cosas para el almuerzo familiar que tenían previsto».

«Nuestro cliente cuenta con el apoyo de los padres de Julen. Son todos una misma familia, han sufrido mucho y siguen conmocionados», explicó uno de los dos representantes legales de Serrrano, Antonio Flores.

Acerca de la inocencia de su defendido, Flores matizó: «Hasta el decano de los geólogos de este país dijo que un niño no había podido caer ahí y que en tal caso estaría encajado. Eso lo dijo una persona que se dedica al estudio del interior de la tierra».

«Ni un adulto, ni un niño, ni un animal, nadie podía prever que se pudiera caer alguien por ahí; diferente es que pudieran haber tropezado alguien y romperse la nariz y por eso puso los bloques. Se barajan varias hipótesis, pero, del momento del fatal desenlace, no se sabe cómo fue», concluyó.