El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, insistió ayer en que queda «poco margen» para culminar el proceso de municipalización de Limasa antes de las elecciones municipales del 26 de mayo, aunque dejó la puerta abierta al anunciar que pedirá «informes detallados para conocer cómo son los trámites», y el tiempo para concluir el proceso de conversión de Limasa en una empresa pública.

Con todo De la Torre insistió en que lo principal para esa municipalización es el acuerdo con los trabajadores sobre la productividad, «y ese acuerdo no existe» y el alcalde lo juzga fundamental pues «es necesario que toda la ventaja que suponga el ahorro de una Limasa pública no vaya exclusivamente a satisfacer las exigencias económicas de los trabajadores y también pueda servir para la inversión en maquinaria».

El alcalde respaldó en su puesto al gerente de Limasa, Rafael Arjona, pese a las polémicas declaraciones en las que pedía a los trabajadores un pacto de silencio para poder mantener los llamados puestos heredados.

De la Torre afirmó ayer que Arjona «sigue teniendo mi apoyo», porque, más allá de esas declaraciones «siempre le he oído hablar de que no habrá otro sistema para entrar en Limasa que no sea el del mérito y la capacidad, en el caso de que sea municipal, y esto es lo que siempre le he oído».

El regidor malagueño añadió que en esa misma reunión con los trabajadores, el gerente también habló de que la necesidad de eliminar esos puestos heredados en el caso de llegar a una empresa pública, «según el mismo me ha confesado». La oposición sigue defendiendo que el regidor puede tomar la decisión de municipalizar Limasa antes de las elecciones, puesto que sólo estaría atado de manos desde el día de las municipales hasta la constitución del nuevo Consistorio.