­Guillermo Díaz tomó posesión de su acta en el Congreso como un auténtico desconocido. Ilustre, si acaso, para los suyos. En estos casi tres años ha vivido en primera persona el ambiente convulso por el que se mueve la política española, moción de censura a Mariano Rajoy incluida. No gasta buenas palabras para Sánchez, aunque prescinde del insulto personal. No obstante, no duda en calificar esta etapa como la «mejor de su vida» a nivel personal.

¿Alguna vez ha quitado lazos amarillos?

Yo nunca he quitado lazos amarillos porque no me los he encontrado. Si me los hubiera encontrado, los habría quitado.

¿Cataluña es ahora mismo el principal problema que tiene España?

El nacionalismo es el principal problema en España. Ahora, de forma más convulsa, en Cataluña.

También está sirviendo para tapar muchos otros problemas que afectan a los españoles a diario.

La cuestión es que Cataluña es un problema primordial para España, precisamente, por eso. Porque afecta a muchos otros problemas que tiene la gente. De entrada, si se produce la secesión, se están vulnerando los derechos fundamentales de todos los españoles. Significa que no se puede hablar de otros muchos temas en paralelo. En Cataluña, por ejemplo, no se pueden solucionar otros problemas porque mantienen cerrado el Parlament. Los líderes independentistas no tienen proyecto más allá de la secesión.

El 28 de abril, elecciones generales. ¿Qué valoración se ha hecho en el partido?

Han sido ocho meses de agonía, en los que se ha despilfarrado a España. Las instituciones se han arrastrado como nunca antes había ocurrido en la historia democrática de este país. Hemos visto con estupefacción como el presidente del Gobierno llegaba a La Moncloa de la mano de los que se quieren cargar al Estado. Desde el minuto uno, llegó a pactos con ellos. Siempre por la puerta de atrás. Nos enterábamos por los secesionistas. Además, Pedro Sánchez no ha aprobado ni una ley. Han sido ocho meses perdidos.

¿En qué exactamente ha cedido Pedro Sánchez ante Quim Torra?

Sánchez ha montado una cumbre bilateral entre España y Cataluña. Imagina el marco que establece eso. Sánchez se ha rendido ante Torra, como si Cataluña fuese un Estado diferente. Luego, no ha hecho nada mientras que le parten la nariz a concejales de Ciudadanos o los CDR toman las calles en Cataluña. Están huyendo las inversiones y las empresas, y el Gobierno no hace nada. Pintan los comercios de los familiares de afiliados de Ciudadanos. Atacan nuestras sedes. No sólo las de Ciudadanos. La figura del relator, que se les cae porque les pillamos.

¿Pero cómo se soluciona el conflicto en Cataluña?

Con la Constitución y dentro de la ley. Y en las instituciones, no fuera de ellas.

¿No le preocupa que pueda ser un error cerrarse de antemano a un pacto con el PSOE, sin saber cómo va a quedar el reparto de escaños?

A mí, lo que me preocupa es el PSOE. Porque Pedro Sánchez se ha limitado a negociar única y exclusivamente con los populistas y los secesionistas. No es un presidente de fiar. Ya no sé ni si se puede llamar PSOE al PSOE. Es el partido de Pedro Sánchez.

Entonces, ¿el problema es Sánchez y no el PSOE?

Es que ahora mismo, el PSOE no ha hecho nada contra Pedro Sánchez. Son la misma cosa. Para saber que el PSOE ha sido otra cosa, no hay más que escuchar a Alfonso Guerra o a Felipe González. Muchos están estupefactos ante lo que está haciendo el sanchismo con el PSOE.

¿Por qué no se establece el mismo veto para Vox?

Nosotros no estamos pensando en vetos. Decimos que no vamos a pactar con Sánchez y el PSOE porque estamos construyendo un proyecto alternativo al suyo, y queremos que lo encabece Albert Rivera. Probablemente, el PP y Vox tendrán que elegir si prefieren en La Moncloa a Sánchez o a Rivera.

¿Vox es un partido populista?

Sí. Propone soluciones muy sencillas a problemas muy complejos. Utilizan mensajes excesivamente simplones.

¿El endurecimiento frente al PSOE tiene algo que ver con querer disputarle el voto a Pablo Casado?

Es que nuestros proyectos son diferentes. Pablo Casado defiende un proyecto conservador. Estamos de acuerdo en la unidad de España y su defensa frente a los golpistas. Pero nosotros no estamos de acuerdo con el retroceso en los derechos y libertades civiles adquiridas. No estamos de acuerdo en replantear el aborto ahora mismo o en no defender rotundamente al colectivo LGTBI. No es disputar el voto, es presentar un proyecto distinto.

Ciudadanos aboga por un 155 permanente. ¿No cree que puede tener un efecto contraproducente y darle a los independentistas el relato que necesitan?

Bueno, lo primero que hay que hacer es requerir a Torra para que vuelva al orden. Si atiende, pues no hará falta. Si no, pues se aplica el 155. Pero no hay que ponerle desde ya adverbios al 155.

Esta legislatura ha sido su estreno en el Congreso. ¿Cómo valora su experiencia a nivel personal? ¿Qué cree que ha podido aportar?

En lo personal, ha sido el mejor momento de mi vida. Creo que he aportado un trabajo solvente y bueno. Tanto para mi partido como para Málaga. Hemos conseguido que se hable en el Congreso de asuntos de Málaga de los que no se hablaba. Por poner un ejemplo, los Baños del Carmen.

Entonces, ¿optará a encabezar la candidatura de Ciudadanos al Congreso por Málaga?

A diferencia de la última vez, que fui de número dos, esta vez sí quiero encabezar la lista de Ciudadanos por Málaga y me presentaré a las primarias.

¿Con quién piensa contar?

Yo me presento al número uno. El resto de la lista le compete al comité ejecutivo de mi partido.

¿Cuál es su España?

La que garantiza los derechos y libertades de los españoles. Es una España unida y moderna. Hay cuestiones como el aborto o el matrimonio entre el mismo sexo que la sociedad civil ha superado. El Estado no debe regular el modelo de familia que tiene cada uno. Lo que tiene que hacer es facilitarles la vida a todos los modelos. Pero nadie debe imponer su modelo de familia a los demás. Entre el PSOE con Franco, el PP con el aborto, Vox con el LGTBI... Parece que nosotros somos el único partido que mira al futuro. Los demás partidos están mirando por el retrovisor y así no se conduce bien.

Usted es del gremio de los activos en Twitter. ¿No cree que las redes sociales entorpecen hacer política efectiva?

No es una herramienta efectiva para el debate profundo. No obstante, mi experiencia global es positiva. Sobre todo, porque permite a la gente ponerse en contacto conmigo de forma directa. Esa vía directa antes no existía.